En Francia, parece que por la tarde, un señor se ha dado cuenta de que el mundo marcha mal. Luego ha escrito 14 páginas enteras sobre lo mal que va el mundo. Las ha publicado con el título Indignez-vous y ha vendido 650mil copias. Ahora las han traducido al español, las 14 páginas, con otras pocas de otro señor, que también ha pillado lo de que el mundo marcha mal.
El otro día me las compré. Cuestan 5 euros. Efectivamente, es todo muy indignante.
El señor francés, nonagenario, y el señor español, también anciano, denuncian, con arrojo, el sistema capitalista, la corrupción de los políticos, la pérdida de valores en nuestra sociedad, el consumismo y la competitividad, y la labor perniciosa de los medios de comunicación.
Bueno.
Como para decir esto bastan apenas cuatro cuartillas, el autor del libelo dedica el resto a contarnos un poco su vida. Monsieur luchó contra el nazismo, fue detenido por la Gestapo, torturado, encerrado en un campo de concentración y finalmente liberado. Después, entre otras cosas, participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Obviamente su vida es mucho más interesante que su indignación. Entiendo, por tanto, que indignarse con tanto eco es un derecho biográfico, una suerte de portavocía devengada por la edad y el currículum, donde el mensaje del portavoz no es, de hecho, un mensaje, sino ese mismo pacto social según el cual los demás le prestan atención a su mensaje.
Es, por tanto, una pena que el mundo, la sociedad, la industria editorial, hayan decidido dar voz a un señor que no tiene nada que decir.
Ni siquiera se va a molestar uno en señalar argumentadamente el infantilismo, casi demagógico, y la simpleza, casi delictiva, de los presupuestos que encontramos en su panfleto. Sólo me permito subrayar la ironía de que un documento que acusa a políticos y banqueros de los males que nos aquejan venga firmado por un diplomático (que es como un político mayor) y por un banquero (o un ex Subdirector del Banco Exterior de España). Esto de que los revolucionarios quieran dinamitar el sistema desde dentro y, para ello, se hagan pasar por ciudadanos prósperos y correspondidos en sus labores profesionales por el sistema que dicen querer cambiar, da ya un poco de asco.
Tampoco me quiero olvidar de esta frase: "Mirad alrededor de vosotros, encontraréis temas que justifiquen vuestra indignación" combinada con esta otra: "Mi principal indignación concierne a Palestina".
La idea que el provecto francés tiene de "alrededor" es sumamente telescópica: cruza todo el mar Mediterráneo.
Para indignarse por las cosas principales, hay que tener mucho dinero. Supongo. Quiero decir que si uno tiene preocupaciones obreras, o de desempleado, no puede dedicar tanta entereza y perspicacia a asuntos políticos relativos a países distantes, a los Grandes Temas. De ahí la conveniencia de llegar a diplomático o banquero, y después, indignarse.
Pero, eso sí, hay que indignarse con corbata, sin aspavientos, en el hotel Palace, con sosiego.
El autor de esta estupidez declara, en varios momentos, su abominación por la violencia. "Estoy convencido de que el futuro pertenece a la no-violencia, a la conciliación de las diferentes culturas."
La verdad es que indignarse sin romper cosas exige bastante autocontrol. Tampoco parece muy útil este indignarse con colorines en aras de que los "poderosos" del mundo vean lo indignados que estamos, porque seguramente hace cincuenta años que ya se han dado cuenta. Si va a ser que "indignarse", en francés, significa "poner mala cara", también va a ser que "escuchar la indignación del pueblo", en román paladino, va a significar "echarse unas risas".
Está difícil eso de cambiar el mundo poniendo morritos. Es la impresión que tengo. Al menos no veo muy posible que los citados "ricos", que sacan cada vez más cuerpos de ventaja a los pobres, vayan a parar la bicicleta en un lado de la carretera, y a esperarlos, porque estos se han enfurruñado.
Parece ser que Karl Marx dedicó 3 volúmenes y más de 3000 páginas a explicar por qué la clase proletaria debía tomar el poder por la fuerza.
Pero un tipo que necesita 3 volúmenes para explicar algo es sumamente sospechoso, sin duda. Algo oculta.
El señor francés ha escrito sólo 14 páginas y, por tanto, tiene razón. Su condición de portavoz y símbolo del malestar social contemporáneo, seguramente, será trascendental.
No por otra cosa lo han elegido.
Joder, Alberto.
ResponderEliminarA excepción de la estupidez de la no-violencia, bueno, es un intento (más o menos inocentón) de hacer ver a esos desempleados, esos que no tienen ni tiempo ni ganas quién tiene gran parte de culpa de su situación y hacerles ver que el mundo "no es así" porque sí, sino porque algunos pocos quieren.
A lo mejor haber sido diplomático o banquero les ha servido para entender mejor cómo funcionan las cosas más allá del "los ricos son malos", bastante más común.
Un saludo.
De entrada, en una entrevista de trabajo, esta misma mañana, me han preguntado si tengo hijos y si pienso tenrlos. Les he dicho que eso podrían haberlo preguntado por teléfono si es lo que más les interesa de mi extenso historial con dos licenciaturas, tres master y once años de experiencia laboral. Me han dicho hasta luego, gracias, y sí, al salir, me han dado ganas de romper el cristalito de la preciosa puerta de cristal abatible de la empresa, pero he pensado que no, pobres, ya bastante tienen con afrontar la crisis que les acecha como para andar pagando los cristales rotos de la sociedad civil.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con tu diagnóstico; sólo una cosa más: indignarse, quedarse en eso es no sólo cómodo sino una forma de inacción muy últil para el poder, aunque haya quien diga que se empieza por eso (y por eso se acaba: no hay más que oir las pataletas de la gente en voz alta)
ResponderEliminarPero si ha llegado al número uno de ventas (o eso dicen)¿ será porque es corto, porque basta con que lo compren los banqueros y diplomáticos por curiosidad para que llegue ahí, por relativamente barato o porque estáis perdiendo el tiempo los happy many en criticarlo? ¡no haberlo comprado!
ResponderEliminarcomo dicen que dijo Satie cuando Ravel devolvió la Legión de Horror "para empezar no tenía que haberla merecido". A mí San Pedro me parece indignante pero no utilizaré la violencia. Gracias
No sé qué has hecho con el Fs que no tengo ni idea de qué hacer para acceder, me sorprende, la verdad, tanta restricción, y no entiendo para qué sirve si tú podías censurar las preguntas que quisieras.
ResponderEliminarAGRudo, no des la vuelta a mis argumentos, anda. Si miras las biografías de los señores indignados en sus libros, no verás nunca la palabra "banquero" ni "diplomático". Evidentemente no venderían ni un colín de este librito si así lo hicieran. Y, si es por abundar, lo que deberían narrarnos es cómo, de diplomático y de subdirector bancario, estos señores tomaron medidas para hacer del mundo algo más humano, y qué medidas exactamente, fechadas, y a beneficio de qué ciudadanos.
ResponderEliminarDiva Calva: no compares tus problemas con Palestina. ¡No compares! Tú no tienes ningún problema, mujer.
Lansky, de eso va todo el movimiento solidario: patio de recreo, pero sólo patio.
Sr J. Ha llegado a ser un bestseller porque tocaba: me da pereza extenderme.
Y anónimo: yo no soy una democracia, no tengo que dar explicaciones de algo tan simple como cansarse de una web o cerrar o abrir comentarios o preguntas, o poner de verde las letras.
A mí lo que me parece indignante, es su propia indignación, Sr. Olmos.
ResponderEliminarQue un nonagenario escriba 14 páginas con cierta lucidez ya me parece extraordinario.
Que con esas 14 páginas intenten, sendos nonagenarios, despertar conciencias, me parece aún más extraordinario.
Que en su madurez (no son precisamente wannabes) y en el tramo final de sus vidas, y con conocimiento de causa, se hayan dedicado a plasmar un poco de la sabiduría proveniente de su muy remarcable experiencia, más extraordinario todavía.
En relación a su postura no-violenta ¿No pretenderá usted que inciten a tirar adoquines contra los escaparates o a quemar cajeros a esta altura de la película?¿O sí?.
Ah!, ya sé, lo que deberían hacer estos fósiles es dejar la polémica para los jóvenes empeñados en jugar al enfant terrible, y en ser denostados por la conferencia episcopal.
Y en cuanto a la referencia a nuestros alrededores, en lo que a mí respecta, Fukushima está en la periferia de mi casa, Sr. Olmos. Cómo no Palestina, habida cuenta de cómo y por qué se creó el estado Israelí, y cómo y por qué detenta patente de corso.
Sr. Olmos, no sé de lo que va, allá usted, pero he de decirle que chirría su actitud vacua y diletante.
¿Qué quiere ser usted de mayor?¿Acaso un nuevo Sánchez Drago, o tal vez un Duque del Reino de Redonda?
Si es así, persevere, aunque la competencia es dura, va por buen camino.
Está muy claro que el mensaje es de lo más simplón (joder, 14 páginas) pero creo que lo que estás denunciando es lo valioso de este panfleto.
ResponderEliminarQue lo digas tú, con lo bien que lo dices, o que lo diga otro, no importa una mierda al grueso de la tropa. La mayoría de la gente piensa que Marx es la mitad de una cadena de grandes almacenes. Pero que lo diga un tío que ha estado metido en el meollo, pues vende. Su currículum, vende. Y eso puede ayudar a que les pique la curiosidad a quienes piensan, que todo es así desde siempre.
A mí lo que me parece indignante es que una sedicente comentarista anónima, y por tanto cobarde, arremeta contra el autor del post. Anónima, dé su nombre, diga quién es y qué posición ocupa en el mapa editorial. Haga públicos su nombre (de varón) y sus apellidos y sabremos las verdaderas razones de su indignación.
ResponderEliminarHola, soy uno de los muchos anónimos de tu formspring que no se metía contigo, intentaba hacerte preguntas serias y jamás insultaba a nadie. Entiendo que te hayas hartado del mecanismo pregunta-respuesta, que te quite tiempo o lo que sea, pero entiende tú también el desconcierto de los anónimos respetuosos ante el cierre. Está claro que nada es para siempre. Echaré de menos tus respuestas secas y cortantes, y también tu ironía. Sólo espero que no sea irreversible y vuelvas pronto. Un saludo.
ResponderEliminarPrimero leí el librito y se me quedó cara de bobo, pensé que era para niños y quise ver algo positivo en las batallitas de ese señor mayor viéndolo de esta manera. Después leí su blog y vi que alguien ponía argumentos a mi supuesta indignación dejada a un lado con respecto al librito. Para terminar abor los comentarios y al leerlos quedo estupefacto con algunas cosas... ¿Qué tiene de malo tirar adoquines? ¿Y por qué no habría uno que indignarse con el autor de un librito que atufa a formol y trinos de pajaritos como reprocha un anónimos por ahí? Lo dicho, patio de colegio, indignación inútil, y mientras tanto, kilos y kilos de vaselina...
ResponderEliminarEsto es la monda...
ResponderEliminar¿Qué le hace pensar que soy varon, Anónimo?
Se columpia... tengo ovarios.
¿Y de dónde se saca lo de que pertenezco al mundo editorial?
Se vuelve a columpiar... me dedico a la docencia y ni siquiera tengo blog, ni Facebook, ni ostias. Soy prosumer aficionada en blogs ajenos.
Si le digo mi nombre, nada le diré, puesto que sólo soy una lectorcilla de a pie, anónima por tanto, que discrepa. Sediciente..., ja, ja!, la monda...
Por cierto, si tanto le molesta el anonimato, ¿porque se escuda en él? (Entiéndase ésto como una pregunta retórica, en realidad me importa un bledo quien sea o diga ser usted).
Pero hay algo en todo esto que me inquieta (retóricamente, claro está), ¿acaso es ésta una web de pensamiento único?¿O es una web de adhesiones inquebrantables? Que alguien me lo aclare, por favor.
Como psicólogo analista de perfiles virtuales, no tiene usted precio. Puede que no le hagan duque de nada, pero oiga, aquí ahí hay una vía de realización personal...¿Data Mining, quizás?
El artículo está bien, se puede compartir en facebook y eso, pero el momento argumental más lúcido está en una frase de tus comentarios: "Yo no soy una democracia".
ResponderEliminarEl problema de tirar un adoquín es un problema complejo que estriba, no tanto en el propio adoquín, como en la parábola que describe su trayectoria, que a su vez depende de distintas variables, a saber: la fuerza del lanzador, su destreza, el ángulo de tiro, la elección del objetivo adecuado, etc, etc, ...y consiguientemente el efecto mariposa que desencadena la imprecisión en el manejo de alguna de estas variables.
ResponderEliminar¿Ha estado alguna vez usted, Sr Caimán en... por ejemplo... un Aste Nagusia movidito?
Salga, salga de la pecera y experimente nuevas sensaciones... ya me contará...
Ah, perdón, se me olvidaba, será que interioricé mucho el lema de que Palestina somos todos...
ResponderEliminarPero tienes toda la razón, la tienes, ¿qué problemas puede tener alguien en el occidente desarrollado donde nadie se chupa las patas como los pulpos ni se muere de hambre? Cierto es, flagélome.
Como diría Ferlosio... escribir 14 paginas para decir algo con tanta inocencia no es más que "fariseísmo y narcisismo".
ResponderEliminarPor cierto, sin llegar a las 3000 páginas de la obra de Marx, el "Non olet" de Ferlosio es la mar de interesante.
Bastante de acuerdo con el ácido retrato de estos dos ancianos, "teólogos críticos de nuestro tiempo" –la expresión es de los Manuscritos de Economía y Filosofía de Marx; lo siento, me lo has puesto a huevo–, especialmente con la idea de que el éxito del (inocuo) panfletillo es cosa que "ahora tocaba".
ResponderEliminarAñado que, limitándonos al caso de España, si se analizan con serenidad las estadísticas del INE sobre la evolución de la estructura salarial, las series de encuestas del CIS y, especialmente, las políticas de ingreso fiscal, ya en 2005, 2006 y 2007 había sobrados motivos para indignarse, pero nadie parecía estar interesado en decir nada –a comenzar por el inefable programa zataperista Informe Semanal, que el otro día dedicó un vergonzoso reportaje al libro de marras–.
Saludos.
Bien dicho, se entiende con claridad meridiana, no hace falta haber cumplido ni los veinte años para verlo.
ResponderEliminarA los franceses les gusta tanto indignarse ( uh la la ça m'emmerde!)
Diva Calva, lo siento, a mi una de las veces me preguntaron si tenía novio, me dieron ganas de responder " sí, pero no follamos" lo que pasa es que me corté un poco.
La próxima vez estaré tan indignada que lo diré, lo juro.
Jo, Emma, qué inteligente eres, de verdad.
ResponderEliminarAnónima, he leído los dos primeros párrafos de su comentario, a los que tengo que añadir esto: ¡LLEVAMOS CON LA CONCIENCIA DESPIERTA DESDE 1994, POR FAVOR!
ResponderEliminarSobre mi dictatorial Formspring, lo abriré próximamente, pero en estos momentos tengo decretos ley urgentes que firmar, y algunas penas de muerte.
El banquero anarquista de Pessoa (un cuentito policial), argumenta excelentemente (pienso) una postura anarquista siendo un banquero adinerado. Nada que ver con estos señores, por otro lado.
ResponderEliminarAnónima, aquí una que te apoya. Por dios, eso de "nombre de varón", ¿a qué se debe? ?¿a que una tía escriba bien? Por dios, eso sí que es indignante. Refuerzo tus argumentos tan magníficamente expresados. Anónima, desde hace unos cuantos post en los que has comentado he concluido que me gusta tu manera de pensar de y expresar tus pensamientos.
ResponderEliminar(Nombre de varón, qué fuerte, a estas alturas... Y si alguien escribiera un panfleto feminista otro alguien escribiría un post diciendo que ya están estas lesbianas reivindicando no sé qué cuando el feminismo hace tiempo que se instauró y la igualdad hombre-mujer también; o como esa gente que dice que para qué ir a una manifestación gay si uno no va diciendo por ahí que es hetero; coño, porque se presupone que el mundo es de los HOMBRES Y HETEROSEXUALES, y sí, se agradecen voces que de vez en cuando nos recuerden el resto de posibilidades).
Gracias AGRudo, eres un encanto.
ResponderEliminarEmma, discúlpame, no pretendía ofenderte, pero es que tu comentario era de una soberbia supina.
ResponderEliminarNo sé qué responder, a mí no me molesta la soberbia de los extraños, ni su inseguridad. Pero puede que aún seas demasiado joven, más que yo.
ResponderEliminarSr. Olmos, cuando dice lo de LLEVAMOS CON LA CONCIENCIA DESPIERTA DESDE 1994 (no hace falta gritar, oiga), entiendo que utiliza el plural mayestático.
ResponderEliminarHablando ahora un poco de mí (a estas alturas el lumbreras debe pensar que soy vasca y no me depilo), yo me caí del caballo en el referendum de la OTAN del 86, caída muy dolorosa, por cierto, pues fue la primera ocasión en que pude ejercer el derecho al voto.
Pero la cuestión no es esa, la cuestión es que no sabe usted como está el patio fuera de su cuarto, Sr. hikikomori.
Usted ha posteado sobre un librito con pretensiones de máxima difusión al mínimo esfuerzo por parte del lector, dado lo cual, creo que cumple sobradamente con sus objetivos.
El día que opine sobre un libro marginal y/o especializado, dirigido a élites socio-culturales, prodrá hablar con propiedad en otros términos y servidora dirá amén. Entre tanto, a mi entender, lo que no resta, suma.
Y sí, me ha molestado lo que percibo como un cierto desprecio por la ancianidad. A mí estos dos señores lo que me inspiran es una gran admiración y ternura (al final va a ser que me depilo y todo).
En cuanto al comentario de Andrea, gracias por tu apoyo, pero ya tengo callo, y acuérdate de ésto que te digo: no hay peor machista que el que está convencido de no serlo.
Una crítica muy acertada, y necesaria.
ResponderEliminarEn épocas de crisis, para que nada cambie, la gente necesita escuchar y leer a gente "de dentro" que esté enfadadilla, que hable un poco de los mercados y de las coporaciones como si fuese el último descubrimiento. Así, se sienten reconfortados al saber que saben un poquito más de lo que les rodea (que no vivimos en democracia) y que existe gente que lo cuenta. Ya tendrán tiempo para olvidarse, es una memoria débil.
Anónima, ignoro el motivo de que mezclen en sus comentarios el asunto del post con el del machismo. Supongo que me he perdido alguna frase. ¿"Nombre varón"?. ¿?
ResponderEliminarLe agradezco que presuponga que no salga de mi cuarto, etc. Es todo sumamente dialogante. Gracias.
En TV3 juntaron a cuatro escritores jóvenes para entrevistarles y a medio programa les sacaron el libro este para que se indignasen y entonasen el "mea culpa" generacional.
ResponderEliminarFue divertido porque dos de ellos (Pere Antoni Pons y Gonzalo Torné) se descojonaron educadamente del libro y del montaje.
Con todos mis respetos Sr. Olmos, parece que los demás nos tomamos más en serio ésto que usted mismo.
ResponderEliminarSi no leyera los comentarios en diagonal, se daría cuenta de a qué viene mi refererencia en lo del nombre de varón. Vamos, no me joda, a ver señor dialogante si va a ser ahora que más de dos párrafos ajenos es mucho para usted.
Y lo de no salir de su cuarto es una ironía por lo de hikikomori. Parece que hoy estamos un poco espesitos.
Como ya voy por el párrafo cuarto y aquí no llegará (ya ve lo que me preocupa), le vuelvo a aclarar, supongo que para nada, que es un libro di-vul-ga-ti-vo pa-ra pro-fa-nos y jo-ve-nes dur-mien-tes, que no todo el mundo se entera de en qué mundo vive y no se puede tener a un tiempo amplitud y profundidad en tan pocas páginas.
Uf!!! Ya estoy hasta los mismísimos ovarios de este tema.
Anónima, nos satisface su opinión sobre el libro y que lo quiera convertir en manual de cabecera. Ya sabe, quite La casa de los espíritus, ponga este en su lugar sobre la mesilla y déjenos tranquilos a Alberto y a todos los demás con sus comentarios, que son más largos que el Indignez-vous.
ResponderEliminarLo que se pone en entredicho en este texto es la Autoridad Moral que tienen estas dos personas para difundir tales mensajes. El carácter del librito, su alcance o difusión es harina de otro costal. Que un ex-Subdirector del Banco de España llame al vulgo a la indignación, en contra de un supuesto poder mediático-económico, del que él mismo ha formado parte, resulta como mínimo sospechoso. Pero también entiendo que no todos los economistas son iguales, y que a veces uno perdona a un ex-verdugo, aún cuando la cabeza que uno ha visto rodando sea la de la misma madre. Bueno, esto último es difícil, admito. También ha habido poetas que han sido tristes funcionarios, escritores que han trabajado en bancos, Papas que han flirteado con el nazismo. Es un poco el cuento de siempre: ¿las biografías pesan mucho más que el discurso que uno haga de ellas?
ResponderEliminarMe parece que aquí más de uno no conoce a Sampedro más allá de su faceta de novelista. Lástima, aunque nunca es tarde...existe p.ej. algo llamado wikipedia, para los amantes de lo breve.
ResponderEliminarAnónimo (último) lamento decirte que no soy muy de la Allende, y no te cortes, que no me ofendes aunque lo pretendas.
¿Está bien así, o sigue siendo largo?
Ésta es la primera vez que no me gusta una entrada de tu blog, lo siento. Alguna vez tenía que ser.;-)) Veo en ella y en los comentarios que tampoco se ha emtedido el texto de Hessel, ni su compromiso, ni su mensaje. Una lástima. También veo mucho macho bloguero a la defensiva, pero ese es otro tema. Aprovecho para felicitarte por el blog en general. Algunas de las últimas entradas me han parecido sencillamente soberbias. Un saludo.
ResponderEliminarAlberto, te equivocas. No vayas de listo. Anónima, adelante.
ResponderEliminarOtro anónimo
Estoy seguro de que en el Hotel Palace a los botones les dejan unas propinas de mierda.
ResponderEliminarOlmos que tal? Acá (en Buenos Aires) he preguntado por tus obras y ningun librero tiene idea.
ResponderEliminarAsí que fijate si tus editores pueden hacer algo.
Saludos borgeanos
Sampedro pudo ser economista del Banco de España, catedrático de economía en la Complutense, tener en su haber unos cuantos libros académicos de estructura económica y llevar varios años denunciando los excesos del neoliberalismo y demás, pero Olmos tiene un blog, un formspring y da clases de escritura creativa: ¡también puede indignarse, digo yo!
ResponderEliminarSra Anónima:
ResponderEliminarEs usted cargante, ¿por qué, si simplemente defiende a unos viejitos cargados de razón? Pues por eso, porque va usted por la vida cargada de razón, e indignada, y se la nota mucho: cargante, la define mucho más que 'solidaria', de izquuieras' o 'reflexiva'
Y ha acaparado, usted y sus cargantes razones y ovarios todo este debate en rosario de comentarios, empezando por los dos primeros que eran incluso ofensivos (Omos es un partidario de que por la boca muere el pez y la deja boquear)
Anónima, allez-y!
ResponderEliminarUn problema implícito es ¿Quién decide qué es leer? No sabemos, y vale la pena pensarlo, qué significa esta obra para aquellos que la consumen y la consideran lo mejor. El consumo de un bien simbólico es distinto, obedece a muchas variables especfícicas.
ResponderEliminarNo creo que la posición de la Anónima (que llamaré Gabriela sólo para otorgarle un nombre), no creo que la posición de Gabriela y la de Alberto sean totalmente opuestas, son dos posiciones totalmente justificables y que se logran ceñirse con facilidad a un mismo texto.
Como obra de divulgación (si es ese su propósito) debe representar un plus, independientemente del infantilismo con que esté redactado o del idealismo en que puede llegar a caer.
Sin embargo, Olmos tiene su punto, y, refiriendo el recurso que usó Gabriela, ¿qué efecto mariposa puede generar un best-seller lanzado como adoquín, con una ligera desviación de puntería, en un estante tan endeble? Un estante que no necesita un adoquín con una parábola buena, sino una parábola perfecta. Y el CV del autor debería garantizar eso. Me aventuro a decir que sí, como panfleto que pretende la mayor difusión y que trae trás de sí el mejor de los currículos, se queda corto a lo que deberíamos esperar de él (la parte de la no violencia se parece a que el hijo de Bob Marley quiera ayudar al planera con la manufactura de ropa hecha con mariguana).
Debemos reconocer el enorme peso que un best-seller tiene en estos tiempos, y la postura más adecuada es, entonces, proponer la perfección de estas obras, tan influyentes.
Escribo esto desde México, el país con la peor barbarie actual, y creo que eso me permite afirmar que lo que se necesita no es un poco de lucidez, sino la mayor posible.
No tengo ningún título universitario, apenas estoy a la mitad de la carrera, pero espero el mensaje importe más que el currículo.
Bonaerense: se supone que algo de Lengua de Trapo hay en Buenos Aires, pero no sabría especificarte dónde.
ResponderEliminarLansky, lo de cargante, lo asumo, pero ¿aún se cree usted ese cuento de la derecha y la izquierda?. También visito su blog (no tema, no es una amenaza), y le hacía más maduro.
ResponderEliminarRicardo, sepa que estoy muy de acuerdo con todo lo que dice. Bonito nombre el de Gabriela, ojalá fuera el mío
Andrea, que quieres que te cuente, quod erat demonstrandum...
Y el Sr. Olmos, tiene tanto derecho a indignarse por lo que le dé la gana, como yo a no estar de acuerdo.
Pero esos hoolligans que arrastra, me preocupan, y lo digo sin atisbo de ironía alguno. Aquí no soy la única que muere por la boca, ni siquiera la que lo hace de forma más patética.
Joder Alberto, filtra ya de una vez a esa pesada y pon fotos de tías en tetas.
ResponderEliminarLa culpa es tuya por darles alas con lo de la defensa de las mujeres.
Me han dejado una nota para que me pasara por aquí. Una vez aquí (y tras leer los comentarios) venzo la pereza y doy mi punto de vista, para quien le interese:
ResponderEliminarCasi todos estaremos de acuerdo con el contenido principal del libro, esto es que la crisis actual (económica y ecológica) es por causa de un sistema avaricioso, diseñado por y para los poderosos; de forma que avances éticos como los derechos humanos (independientemente de que luego podamos hacer más para que se cumplan) empiezan a retroceder.
Sin embargo un narcisista toreo de salón lleva a que en los comentarios haya quienes critican la publicación del libro. ¿Qué les molesta? ¿La simpleza? Solo los malos cocineros tienen la osadía de criticar de un huevo frito su simpleza. ¿Lo que molesta es que haya vendido mucho?
A mí, sinceramente, me gustaría llegar a los 94 años con capacidad de indignación y con una biografía en la que reconocer un camino andado. Solo se puede llegar ahí dándose uno a si mismo la posibilidad de cambiar. Cada uno de ustedes ya sabe qué ha aportado a los demás (y a los motivos generales de indignación) con su comentario aquí.
Gracias por tu comentario, Alejo. Vi tu post. En realidad las prohibiciones de Destino no tienen mucho efecto dado que el libro está on line en cuatrocientos sitios, cosa, como dices, bastante lógica en una propuesta de tintes sociales como la que comentamos.
ResponderEliminarPor otro lado, pensando sobre este libro, concluí algo que me hubiera gustado poner en el post. Es esto.
El libro ha conseguido, básicamente, que indignarse signifique comprar el libro Indignaos. Es casi admirable. Es decir, mostrar la indignación por la crisis económica equivale a comprar Indignaos, a esa visibilidad, a ese gesto, similar a poner en casa No a la guerra colgando del balcón o a usar el lazo del color que toque. Su contenido, por tanto, es irrelevante (también es intelectualmente subterráneo). Lo que importa es haber convertido la compra de un libro en una manifestación contra el consumo. Brutal.
Bien traído, Alberto
ResponderEliminar"Lo que importa es haber convertido la compra de un libro en una manifestación contra el consumo. Brutal."
ResponderEliminarEsta lectura es evidente, y también hay que mirar ahí, lo hemos dicho muchos, usted también. Pero me niego a suscribir ese "lo que importa". A mí eso me importa, pero no es "lo que me importa". Me importa que esta juventud de invernadero que estamos generando lo lea (no leerían 3.000 páginas) para que sepan, y para que recordemos, que tenemos dignidad pero que tenemos que cuidarla porque no siempre ha sido así de fácil.
Aprovecho para recordar que la lucha de los derechos civiles en EEUU se debió a la indignación por el uso de los asientos preferente para blancos en los autobuses. Un gesto de patio de colegio. Eso me importa.
Por cierto, para Anónima, que parece bajar el tono de su defensa del panfletillo, pero me otorga el título de inmaduro:
ResponderEliminarPor supuesto que sigo creyendo en esa 'panema' de izquierdas y derechas', lo que no me creo es que la izquierda nominal lo sea; de hecho, concretándose a España y a su bipartidismo sólo hay una derecha franquista y otra post algo más civilizada (PP y PSOE), también hay varias izquierdas marginadas más que marginales y antiguas, como debes ser.
La dignidad no es algo que se aprenda en los libros, uno no decide no levantarse de su asiento aunque un blanco se lo pida porque lo haya leído en un libro. Uno se rebela cuando le pisan demasiadas veces ( o no) Los jóvenes saben muy poco lo que les va a ocurrir, pero tienen dignidad, sólo que cuando eres joven no piensas demasiado en el futuro, ni en el pasado tampoco. Lo lógico, por tanto, es que un libro como este haya sido escrito por un nonagenario y sí, estoy de acuerdo con lo que sólo dándose a uno mismo la posibilidad de cambiar se puede llegar a la vejez con lucidez, y me alegro porque este hombre, junto con Sampedro nos den este claro ejemplo de "no rendición" . Pero creo que el libro no pasa de eso, de ser un testimonio, una mera anécdota de lo que puede dar de sí el cerebro de un hombre que ya no tiene que salir cada mañana a buscarse el pan.
ResponderEliminarNo Lansky, no bajo el tono ni un ápice, y ya sé que como eres uno de esos millones de españoles que corrió delante de unos pocos cientos de grises, te niegas a certificar la muerte de las ideologías. Estás en tu derecho. Te lo respeto (y lo digo en serio). Son tus vivencias.
ResponderEliminarEl Sr. Urzass no difiere tanto de lo que yo digo, a mi parecer. Que no es tan pesado, vale. Además se ve que sabe de primera mano lo que da de sí un adolescente de hoy. Bien por Urzass.
Lamento haber agotado al personal con mi verborrea, pero es que el Anónimo lumbreras que vió una mano negra (y masculina) tras mi intervención, me hizo venirme arriba... lo siento, de verdad. No me había divertido así en un blog en la vida.
De todas formas ya le voy pillando el aire a esto. Aquí la ironía y la bordería sólo le está permitida al demiurgo y sus palmeros. Vale, oído cocina. Puedo ser muy caperucita si quiero,... pero es que no quiero.
Y usted, Anónimo salido, cuánta sinceridad en tan pocas palabras. Prefiero mil veces eso al fariseísmo cultureta. Y no se preocupe, que me voy a filtrar yo sola. Las fotos son ya cosa del Sr. Olmos, aunque creo que se equivoca de blog. Eso es en el de malherido, y por si le sirve de algo, no compre el libro (10 euros), que yo lo tengo y son todo letras.
Sr. Olmos, concurrencia, todo un placer.
Sayonara, babies!!!
Pero creo que el libro no pasa de eso, de ser un testimonio, una mera anécdota[...]
ResponderEliminarEfectivamente solo es un testimonio. Pero no todos los testimonios tienen el mismo valor.
El valor de un gesto (lo del autobús) es mucho más, por supuesto. Pero ambos cuentan en el haber y no en el debe.
Por el contrario yo llevo más en el debe que en el haber (lo que no es para estar orgulloso), y me temo que la mayoría aquí también. Opinar es demasiado fácil (y voy a dejar de hacerlo ya). Lo difícil es hacer.
Una salida de escena de diva. Pobre
ResponderEliminar¡Anónima, vuelve!I like you so much!
ResponderEliminarAnónima, pero deje de persuadir al personal de adquirir tal o cual libro, que resta credibilidad a sus opiniones anteriores, Vida y Opiniones es un gran libro, a mí me encantó.
ResponderEliminar¿Alguien dijo... diva? Uaugh!!!!!
ResponderEliminarA ver que te parece esto, Lansky:
"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais... atacar naves en llamas más allá de Orión.
He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhäuser.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Es hora de salir de este blog...
Perdón otra vez, pero es que siempre he querido decirlo. Ahora sí que me voy de verdad.
Anónima, a mi me caes bien. No se te ocurra callar, eso es lo que hace siempre la gente inteligente de este país y claro, luego decimos que no hay...
ResponderEliminarAnónima, la negrita la delata... Y ese estilo tan genuino... Mmm... Mmm... (Albert, I like you so much).
ResponderEliminarCómo mola la dialéctica. Lo dice un analítico, que conste.
ResponderEliminarCon o sin librillo, indignémonos todos –o tod@s, como dirían Zerolo y Bibi Aído–. Anónima, Andrea: no entréis a este trapo, es una broma. Lo juro.
"El mayor sueño de la democracia consiste en elevar al proletariado hasta el nivel de estupidez de la burguesía" (G. Flaubert)
ResponderEliminarPodría ser que la Anónima y, Alberto Olmos, fueran la misma persona. Personalmente, creo que cabría esa posibilidad. Tanto si es así, como si no, este blog está muy bien.
ResponderEliminar¿los grandes temas?
ResponderEliminarno estoy segurx de si son tan grandes
o están más bien a la altura de todxs, cada día, ¿o es que no sales a la calle? ¿o es que no caminas por los suburbios?:
http://sayak.blogspot.com/2011/04/estamos-hasta-el-padre-sigo-en-sevilla.html
Pues yo no creo que la Anónima esa sea Alberto, pero es verdad que está muy callado, y eso es raro.
ResponderEliminarDa igual. Anda, meteos con ella, que se líe aquí a mandobles. Me descojono con ella, es la polla.
Ostias, es la primera vez que escribo y con la emoción, he olvidado poner lo del colectivo flo6x8 que comentó la Anónima en otro sitio:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=TXalrVsdupI
La imaginación al poder!
No confundan, yo soy diva, sin pelo, y no anónima, lo digo por lo de las negritas, Andrea, que mi estilo, lamentablemente, dista mucho de ser genuino...
ResponderEliminar¿Que pasa Alberto? ¿Se ha pasao cuatro pueblos la Anónima? je, je, cuando digo que es la polla!
ResponderEliminarPues yo creo que la Diva Calva y despechada es el Anónimo guarrete, y el Lansky el que decía lo de la editorial, le va mucho.
ResponderEliminarY a Andrea, o le hace caso ya Alberto o se lo hago yo, que estoy disponible.
Uy yo paso de los anónimos, no me van nada... Sin embargo, a la anónima esa no le haría yo ascos, no...
ResponderEliminarEs tremendo el número de comentarios anónim@s que ha provocado esta entrada, que por otro lado la entiendo lo más lógica y reflexiva ante esta circunstancia aunque sorprendente, tampoco excepcional. En mi modesta opinión, lo triste es que 1 ó 2 autores nonagenarios hayan tenido la "sangre", energía, valor y estímulo para despertar conciencias (pues creo que todos somos muy conscientes del clima actual), dejando de manifiesto más si cabe, la falta de estímulo implantada a nivel universal.
ResponderEliminarMuchas veces me pregunto por qué no estamos con cacerolas en la calle, y ante ese arranque acabo encontrándome solo.
A veces pretendo provocar "algo" desde mi reflexivo espacio, pero es en vano,... sólo soy un SuperEhore.
Saludos.
(me quedo leyendo por aquí)
Se zanja ya la cuestión de si es lícito que alguien como Sampedro et al opinen sobre estos temas: sí, lo es; el filósofo, el intelectual, ha de ser alguien IMPERTURBABLE frente a esas minucias llamadas dinero o tiempo, por la sencilla razón de que ya los posee. El resto de obreros que trabajamos para el reino no podemos ponernos a pensar en tales temas elevados al llegar a casa por el INMENSO cansancio físico y/o intelectual que nos embarga. Viva la nobleza desocupada, el alto linaje que vive de renta y piensa y escribe, que nosotros los de a pie no podemos ni indignarnos de lo cansados que estamos cuando declina el día.
ResponderEliminarAndrea: No hay que ponerse a pensar, sólo indignarse; es decir, más o menos lo que viene haciendo ya el común de la gente
ResponderEliminarVaya sindios. Andrea se ha puesto profunda y Lansky obvio.
ResponderEliminarEsto aburre ya a los caracoles.
No alimentéis a la troll.
ResponderEliminar¿Por qué le llamas troll a Andrea?
ResponderEliminarMe da que os estáis pasando. Si dice frivolidades por que las dice, y ahora que dice algo respetable, viene álguien y la insulta.
Como se os va la olla. A ver si Alberto pone otro post que este ya no da más.
¿Don't feed the troll?
ResponderEliminarAndrea,
Si no estuviera casado –y, a pesar de ello, profundamente enamorado–, te intentaba tirar los tejos, hija. No me llames frívolo o patán; no es una broma. Lo juro.
Bueno, pues a pesar de que me fuí para no volver (que parezco un torero), y sólamente en calidad de docente de informática, aclaro para el que no lo sepa:
ResponderEliminarUn troll es alguien que se mete en un blog para intentar reventarlo con comentarios ofensivos, y suplantando y/o manipulando al personal.
Como ya he visto muchos, me da que en este blog hay más trolls que elfos, lo cual es chungo, chungo. Va a tener razón el anónimo que da la alerta.
Puede que alguno de los que denominé en su día lumbreras, palmeros, salidos y algún que otro anónimo más que me anima a dar mandobles lo sean. O puede que no, es lo malo que tiene ésto. En blogs literarios no lo había visto nunca. En los de informática, es el pan nuestro de cada día.
Si lo de la troll (así en femenino) fuera por mí, cosa que no creo, pues no, no lo soy. A menos que aquí troll sea igual a disidente.
Me pongo muy borde si no se me acepta una crítica en un blog crítico, pero si no me gusta el plan, me voy y punto, que de blogs está la web llena, y del Sr Olmos siempre me quedarán sus libros.
Y perdona, Lansky, que dice mi churri que me pasé contigo un pelín, aunque tú tampoco te quedaste manco, majete, y a mí me la sopla. En serio, acepta mis disculpas.
Señor Márquez, muchas gracias por iluminarnos para poder ver dónde está la lucidez.
ResponderEliminarEn mi opinión, lo más indignante se resume perfectamente con estas palabras del señor Olmos: “El libro ha conseguido, básicamente, que indignarse signifique comprar el libro Indignaos [...] Lo que importa es haber convertido la compra de un libro en una manifestación contra el consumo”.
Uy! Que raro es esto!.
ResponderEliminarJuraría haber hecho hace un par de horas una entrada muy modosita (hasta le pedía perdón a Lansky), en la que explicaba qué es un troll, y opinando que esto parece estar un pelín plagado de ellos y bla, bla, bla, pero se ve que ha sido ¿borrada?.
No, no puede ser, habrá sido un fallo del sistema. No me imagino al Sr. Olmos matando al mensajero.
Un Señor, el librejo está gratis total por ahí en mil sitios, y se puede usted indignar sin gastarse un centimo si le apetece
ResponderEliminarAnónima (si es que eres Anónima y no Olmos) y Andrea:
ResponderEliminarDisculpad si el tono de mis comments os ha incomodado. No era mi intención.
Me disculpo asimismo por acaparar espacio con un nuevo comentario.
Reitero que comparto lo que se dice en el post.
Añado que es una gozada leer comentarios tan bien escritos como los vuestros.
la anónima es alberto y lansky es alberto y todos los otros comentaristas son alberto y yo soy alberto y allí afuera no hay nada ni nadie el mundo se acabó hace rato y aquí adentro tampoco hay ni alberto ni nadie
ResponderEliminarNo se preocupe Sr. Clément, la paridad me parece una parida.
ResponderEliminarAdemás si una dá, tiene que estar dispuesta a recibir.
Y no soy el Sr. Olmos, se lo garantizo. Lo mismo él sí sabe quien está aquí metiendo mierda. Olvídese de las paranoias. Como usted dice don´t feed the troll
Anónima, ha vuelto usted, qué bien, me alegro de que no la hayan amedrentado todos estos testosterónicos, que con solo leerlos una se queda embarazada, joder, ya decía yo que no me venía la regla desde hacía un par de días...
ResponderEliminarAnónima, quédese usted por aquí, por dios, y no me deje sola nunca más.
Clement, no se preocupe, no me ha ofendido en absoluto con ningún comentario. Es usted educado para variar.
Y ahora voy a currar un poco, coño, que para eso me pagan.
Hola.
ResponderEliminarCon todos los respetos, y desde la admiración que te tengo, que es mucha, permite que te de un humildísimo consejo: el Lector Malherido es un hallazgo, pero no dejes que te fagocite.
La violencia verbal engendra violencia verbal, y la espiral, ya ves que puede ser inquietante, incluso peligrosa.
Busca el punto, genio, necesitamos gente lúcida como tú.
Ánimo, y adelante.
Estos tipos, los viejunos, digo. Han escrito 14 páginas, dice Olmos. No he leído ese "libro" ni pienso.
ResponderEliminarA ver:
O saben que esto, el sistema, se cae y están apropiándose de un movimiento que no les corresponde. Una fluctuación histórica inevitable, ya, pero que ellos no han plantado ni por supuesto han intentado provocar en todos sus años de actividad, digamos, laboral.
¿Lo hacen por vanidad? ¿lo hacen porque quieren ser recordados por lo nuevo que venga después de la caída de TODO? ¿Son como unos caciques hijoputas que en su último momento piden perdón a dios por todos sus pecados; sería dios entonces qué, anonymous, WL, LaHaine, quién, joder?
¿Un banquero que repudia la violencia? Qué cachondos, jajajjajajaja.
¿Qué va ser lo próximo? Plantillas completas de recobros que nos den clases de buenos modales, de comunicación asertiva, ¡venga!
Y si un francés mira a Palestina, se está perdiendo la situación de las putas y puteadas periferias parisinas, ¿o no?
Será que estoy conspiranoico, y eso. Va ser que soy un troll.
Vamos a ver: La juventud: Esa esfera que en nuestra sociedad aún no llega a los nonas ni a los octos, de momento..., tiene la obligación de escribir no 14 páginas sino de ponerse delante del que sea cuando sea y como sea.
Porque hasta que no seas viejo no será obligación conservar lo que conseguiste, pero tienes que conseguirlo tú, en tu momento que es AHORA.
De que estamos hablando aquí... ¿Nos van a dar hecha un acta revolucionaria? mmmmm, va ser sospechoso, sí.
No sé, si es así y esos tipos omiten que fueron lo que fueron y dan charleta como si fueran Saramago, que todavia o Chomsky, que también o incluso Palahniuk o Fincher o... da igual. Porque esto se va caer solito. Los niños del imperio romano también se vestían como los bárbaros(extranjeros) cuando la juventud dejó de identificarse con los valores de los adultos en los que les iba a tocar convertirse. Los niños de ahora se visten como Afganos... siempre es lo mismo... sólo ciclos.
Os recomiendo El apoyo mutuo by Kropotkin...
Vine contento y me voy indignado, otra vez.
Siento extenderme tanto, disculpen.
Salud
PS dentro del sistema ya estamos, no hay que meterse más. Ahora a estallar y ver saltar sus dedos o a esperar como Jonás; Ahap debería ganar alguna vez, hostia.
Ah! Qué ecuánime es ese último anónimo.
ResponderEliminarBórralo que ensucia el techo
¿Es posible que se refieran a mi intervención? No pasa nada si la han borrado, joder.
ResponderEliminarHabré entrado a saco.
Salud y no se preocupen.
Libertad de expresión para Bicéfalo!!!
ResponderEliminarUy qué rabia yo ni siquera la he leído que gran pérdida para la humanidad...
ResponderEliminarBueno, si alguien cree que malherido me fagocita es que no conoce a mi padre.
ResponderEliminarY bueno, Fight Club la pagó la fox y es una película anti-glob, me parece más brutal.
De ahí puedes llegar a Hakim Bey y de ahí a recordar al comando de rescatadores de enanos de jardín... chorradas de bufones.
Dejen de pedir lo que puedo conseguir adecuando mi lenguaje a este sitio. Me gusta conversar con gente más ágil que yo.
Abur
Nota inútil: no he borrado ningún comentario.
ResponderEliminarNo sé quien eres Bicéfalo, yo le decía lo de ser fagocitado por el lector Malherido a Alberto Olmos.
ResponderEliminarY otra cosa ¿por qué dice Lansky lo de borrar mi comentario?
ResponderEliminarCon la de cosas gruesas que dice él, supongo que ironiza, o a lo mejor le parezco demasiado blando. Hay tanto malentendido aquí ya que me pierdo.
Gracias por descubrirme a Eulalia Galvarriato.
ResponderEliminarOh, qué vergüenza. Habrá sido mi torpeza con estas cosas.
ResponderEliminarDisculpen entonces.
Abur
"me alegro de que no la hayan amedrentado todos estos testosterónicos, que con solo leerlos una se queda embarazada, joder, ya decía yo que no me venía la regla desde hacía un par de días..." De lo mejor, de lo mejor, gracias Andrea.
ResponderEliminarTambién me alegra el regreso de Gabriela, y espero siga visitando el blog, sus comentarios rebasan el aporte de muchos de los demás.
Debo conseguir el libro de Juan Mal-herido, pero ¡Dios! Treinta euros más para envíos internacionales, imaginen ¿si no puedo conseguir un libro, cómo haré para indignarme por que el mundo está mal?
Sólo es una exageración, para ilustrar el hecho de que sí, tenemos suerte de darnos el lujo de pensar acerca de esos temas "mayores". Pero ¿y si tuviéramos que despertar y pensar en qué comer o en si viviremos hasta el anochecer?
Un poco de humildad, a veces eso nos falta.
Leyendo entradas como esta empiezo a considerar que el mayor troll del blog es el propio redactor de los post.
ResponderEliminar(Alberto, iba a poner un emoticono de risas, pero me lo ahorro, porque lo pienso en serio)