tag:blogger.com,1999:blog-23995292375619772402024-03-08T04:08:06.521+01:00HikikomoriBlog personal de Alberto OlmosAlberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.comBlogger331125tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-55254049702419820672014-04-05T15:29:00.003+02:002014-04-05T19:53:16.539+02:00Siguiente parada: Malherido.comQueridos amigos, conocidos, lectores, caminantes:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglA3Xa7cVZvE_q7dk8mgObIfgj0F_SeNGqDvePJRVaZ4uJOFB6Iquj2OvY8NmfqjgYS8KUf8zNgzLTEq_vd8IUP5ueCWH_Sg9PgMIfAJzOLWvHKMgMSYDQXd5Q_S5cWLBQDSU4s-EVe2s/s1600/Captura+de+pantalla+2014-04-05+a+las+15.13.37.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglA3Xa7cVZvE_q7dk8mgObIfgj0F_SeNGqDvePJRVaZ4uJOFB6Iquj2OvY8NmfqjgYS8KUf8zNgzLTEq_vd8IUP5ueCWH_Sg9PgMIfAJzOLWvHKMgMSYDQXd5Q_S5cWLBQDSU4s-EVe2s/s1600/Captura+de+pantalla+2014-04-05+a+las+15.13.37.png" /></a></div>
He abierto una nueva web donde voy a continuar mis <i>raudos</i> y mis cosas, también las reseñas literarias que hacía en Lector Mal-herido. La web se llama <a href="http://www.malherido.com/">Malherido Vida y Opiniones</a>; podéis verla pinchando <a href="http://www.malherido.com/">aquí</a>.<br />
<br />
Es de pago. Podéis conocer cómo se le ocurren a uno estas ideas delirantes visitando la <a href="http://www.malherido.com/presentacion">Presentación</a>.<br />
<br />
También saciará vuestra curiosidad financiera visitar <a href="http://www.malherido.com/suscripcion">Suscripción</a>, donde doy cuenta de los importes que se me ha ocurrido proponer a mis lectores (en una mezcla de web de pago y <i>crowdfunding</i>), determinados por el más enternecedor de los amateurismos empresariales. Se trata de suscripciones anuales, por cierto.<br />
<br />
Por otro lado, en Malherido.com hay un tercer blog, denominado <a href="http://www.malherido.com/actualidad">Actualidad</a>. <a href="http://www.malherido.com/actualidad">Blog mayestático</a>, donde, como su propio nombre indica, iré colgando posts relativos al desarrollo de la propia web, a mis nuevas publicaciones o a participaciones en eventos varios, amén de cualquier otra cosa que se me ocurra. Se trata de un blog <i>abierto</i>.<br />
<br />
No tengo intención de borrar este blog, Hikikomori en <i>blogger</i>; pero la verdad es que hoy me ha costado un gran esfuerzo recordar las claves de acceso.<br />
<br />
Hasta luego.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-16643327550946045552014-01-09T01:37:00.001+01:002014-01-09T01:37:16.121+01:00raudo ##<div style="text-align: center;">
<i>-interrupción-</i></div>
Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-38722296384885668892014-01-08T12:53:00.002+01:002014-01-08T12:53:19.345+01:00raudo # 106Con ingresos de varios millones de euros al año, parece que alguien es aún capaz de contratar en negro a su servicio doméstico.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-28114923680221495952014-01-07T07:01:00.000+01:002014-01-07T07:01:40.786+01:00raudo # 105Que a lo mejor está escrito -y no deja de ser divertido-, pero parece haber una ley inmanente, una norma tácita o una simple tendencia dentro de lo que podíamos llamar tanto literatura comercial como literatura premiable (como, sin mayores rodeos, literatura femenina, entendida ésta no como la escrita por mujeres, obviamente, sino la escrita <i>para</i> mujeres) según la cual (ley, norma, tendencia) ha de titularse una novela utilizando siempre una de estas tres palabras: <i>vida</i>, <i>tiempo</i> o <i>amor</i>, siendo <i>vida</i> la más recurrente, y siendo la compañía de dichos nombres capitales y capitulares, a ser posible, una serie de preposiciones y complementos de la mayor insignificancia posible, lo que ha dado como resultado esta fascinante lista de títulos indistinguibles: <i>La vida imaginaria, La vida en el abismo, Pura vida, Te di la vida entera, La fuente de la vida, Entra en mi vida, La vida después, Tiempo de arena, El tiempo mientras tanto, En tiempo de prodigios, La invención del amor, Lo inevitable del amor, Algo tan parecido al amor..., </i>títulos, al cabo, a los que ha de darle uno las gracias, en realidad.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-90573958540422792152014-01-06T16:10:00.000+01:002014-01-06T16:10:24.278+01:00raudo # 104Extrañado ante los datos de participación de un histórico concurso literario, no sólo porque hace quince o veinte años eran el doble o el triple las personas que enviaban a Barcelona sus originales, sino porque, este año, se desglosa la nacionalidad y/o procedencia de los escritores, de resultas de lo cual tenemos que sólo 79 de los 231 manuscritos remitidos fueron timbrados en España -lo que no quiere decir que los remitentes sean todos españoles- y el resto, como 150 paquetes -o mails- llegaron de América Latina -lo que no quiere decir que los remitentes sean todos latinoamericanos-; pero, en cualquier caso, la cifras no parecen tener mucho sentido, dada esa sobreabundancia de autores latinoamericanos, simplemente porque en toda la historia del premio de marras nunca ha ganado un autor latinoamericano.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-3953895559409970742014-01-05T20:35:00.002+01:002014-01-05T20:35:14.114+01:00raudo # 103Carlos Morla Lynch.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-29912897531605419882014-01-04T03:45:00.000+01:002014-01-04T03:45:01.651+01:00raudo # 102Tampoco acabará uno nunca de sorprenderse de haber vivido una infancia y una adolescencia rodeado de canciones sobre drogas que nadie dijo nunca que fueran sobre drogas -y que nadie consideraba así entre nosotros- a pesar de lo obvio que resulta si las escuchas <a href="http://www.youtube.com/watch?v=I3lxI_Dms2Q">ahora</a>.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-55535769929395389272014-01-03T20:04:00.001+01:002014-01-03T20:04:24.209+01:00raudo # 101No acabará uno nunca de dar crédito a esa situación que, con los años, se vuelve aún más frecuente y escandalosa -porque uno tiene un pasado, un conocimiento, una experiencia; unas certezas-, a saber: leer o escuchar a un escritor decir exactamente lo contrario de lo que piensa, y también lo contrario de lo que dicen sus propios actos y movimientos y publicaciones; al comentarlo en mi entorno más cercano, me hablan de "cinismo", pero no es cinismo que lo que uno diga sea tomado palabra por palabra como lo que uno quiere decir (independientemente de la sinceridad bajo la que se amparan sus enunciados), sino que lo que uno diga sea leído como su contrario por quien lo escucha (el cinismo aún merece algo de respeto, en realidad); es, entonces, simple falsedad interesada, ese hermanamiento de ambición e hipocresía de la que hablaba Chateaubriand como fórmula del éxito, y que convierte los alrededores de la literatura (las entrevistas, mayormente) en el despliegue de los catálogos de un charlatán.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-31104707741975083432014-01-02T02:59:00.002+01:002014-01-02T03:01:29.850+01:00raudo # 100Hacía muchos años que un programa de televisión -pero también son muchos ya los años sin aparato en casa- no me hacía feliz, no me formaba al tiempo que me entretenía, no me conmovía incluso, como lo hizo el que vi hace un par de días en rtve, cuyo título -que me apela directamente, a mi oído musical, a mi discoteca- era y es -creo que se emite los domingos- <a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/cachitos-de-hierro-y-cromo/">Cachitos de hierro y cromo</a>
(y a cantar como tú sabes), un espacio sencillísimo y magistral: aprovechando el inmenso archivo de actuaciones musicales en la televisión pública, el programa llena una hora de pequeñas muestras del pasado, encadenadas en función de alguna temática más o menos original y comentadas al más puro estilo twit: un breve subtítulo dirige nuestra atención hacia la ropa del cantante, o hacia la del público, hacia el sabotaje de los playback -esa etapa en la que muchos grupos, intencionadamente, se mostraban patosos a la hora de poner en su boca sus propias palabras enlatadas- o hacia la gloria casi siempre efímera de esa persona que vemos y oímos en su -cliché- máximo esplendor; gracias a los que vi ayer o antesdeayer, en la web de rtve, recordé, como no hace mucho por otros motivos, un programa de televisión de mi adolescencia, que sólo duró dos años y que no he visto nunca mencionado por personas de mi edad a pesar de que su emisión fue -en mi vida al menos- crucial y casi mítica: hablo de una cosa llamada <i>Plástic</i>, emitida en la segunda cadena -ni siquiera se llamaba La 2- y donde un par de gamberros -uno, con pintas de macarra rockero; el otro, con trazas de niño bien- presentaban vídeos, hacían el imbécil, recibían a cantantes y grupos para entrevistarlos o hacerles buscar sus propias palabras enlatadas y, al cabo, terminaban con un delirante concurso donde había coches de juguete de gran tamaño y personas que se metían en ellos y eran bañadas -por motivos que ya no recuerdo- con asquerosos ungüentos de color pastel que caían del techo del estudio: en <i>Plástic</i> vi yo por primera vez -seguramente- videoclips, como <i>Mala vida</i> de Mano negra o el primer éxito de Juan Luis Guerra; por no hablar de ese gran momento -para mí: ojalá "para mi generación"- en el que Siniestro Total interpretó <i>Cuánta puta y yo que viejo</i> (zumo de naranja en las tetas de la negra), en horario insoslayablemente infantil -yo veía <i>Plástic</i> al volver de la escuela, debían de ser las cinco o seis de la tarde; debía de tener yo 14 años-, sin que, al parecer, nadie se llevara las manos a la cabeza ni uno mismo haya salido especialmente traumado de la experiencia; qué libre y qué chapucera resultaba aquella televisión; qué buena, como nos recuerda esta libre y buena -y para nada chapucera- televisión que encontramos en <i>Cachitos de hierro y cromo,</i> un programa de música que va, sobre todo, del cambio.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-70961113662549503032014-01-01T04:31:00.003+01:002014-01-01T04:32:15.160+01:00raudo # 99<a href="http://www.youtube.com/watch?v=WkTStgh_yww">http://www.youtube.com/watch?v=WkTStgh_yww</a>Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-64938477707474564772013-12-31T00:03:00.000+01:002013-12-31T00:03:34.740+01:00raudo # 98La magia matemática, el misterio en la cifra, contar hasta diez (dice un amigo que las cosas las contamos -necesitamos contarlas- sólo a partir de 4: gente, coches, paraguas), ese abismo inmensamente diminuto (y no sé por qué, recuerdo: No hay extensión más grande que mi herida) entre un número y el siguiente, entre determinado número y el siguiente, por ejemplo, entre el 99 y el 100, pues pensé hace días, sin echar las cuentas, que sería bonito que el número 100 de estos escritores volanderos y digitales y públicos por íntimos coincidiera con el final del año, con el 31 -menudo número no redondo, cubista, narigón- de diciembre: si esa coincidencia se hubiera dado -pensé- pues lo dejaba, o me daba un respiro (por azares así de menores decidimos una vida, la decantamos), pero veo ahora -vi hace tres, cuatro días- que no llegaba, que no se encontraban la escritura y la nochevieja, el año nuevo y el silencio, así que habré de apañármelas para publicar algo, escribirlo, el 1 de enero, y el 2, así hasta que una confluencia de hechos, nociones y supersticiones me diga cállate, algo de lo que uno nunca está muy lejos, porque callarse es una tentación, un alivio, dejar de decir, dejar de emitir, cesar en la vitalidad del verbo, pero no es el caso, así que aquí van las palabras, más grandes que mi herida, del último día del año 2013, un año que no sabe uno pensar, del que cuesta hacer un balance, porque cualquier cosa sucedida hace más de cuatro meses me parece de hace más de cuatro años, o de cualquier año anterior a 2013, y sólo recuerda uno, ahora, los meses inmediatos, con sus conflictos, sus tiras y aflojas, de modo que qué balance va a hacer uno, apenas un almanaque de escozores, como si fuera tan importante: lo difícil es acordarse de la feliz nada, del hueco alegre, de tardes que pasaron sin que nos diéramos cuenta, entre amigos, entre libros, entre el césped infinito de las televisiones, cuántos partidos ha visto uno, madre de dios, y cuántos cafés y cuántas cañas, y cuántos libros, y eso fue el año 2013, poca cosa en los hechos, o todo él un hecho anodino, usual, de vida vivida en dirección única, hacia el remanso.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-40053210189170988702013-12-30T13:54:00.004+01:002013-12-30T13:54:35.944+01:00raudo # 97Enésima (sub)versión de la frase de Camus: Un hombre honrado es un hombre que dice no.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-37897152842623424952013-12-29T20:17:00.002+01:002013-12-29T20:17:36.062+01:00raudo # 96<i>Capitalismo: una historia de amor,</i> del simpático panfletario Michael Moore -que pasó de la fama al canon (el olvido) en el transcurso de dos o tres años-, filme que veo <a href="http://www.youtube.com/watch?v=CvydwaPhvLs">ahora</a> casi por casualidad -nada tan escasamente navideño como un documental contra el capitalismo: de hecho, la Navidad es el éxtasis del capitalismo- y que disfruto y asumo y aplaudo, amén de verme absolutamente en <i>shock</i> por el milimétrico retrato que ofrece de la degradación social española actual hace cinco años, cuando esa misma degradación cumplía sus lúgubres plazos en Estados Unidos, pues todo lo que pasó allí pasó aquí, y sólo cambia el nombre del banco y la dirección del domicilio desahuciado, las caras y los nombres de los ladrones, el idioma en el que se ejecutan las atrocidades, a lo sumo las cantidades que se manejan, siempre más obscenas que las de nuestro pequeño país paralelo, mimético, clónico, patético, como el loro de un psicópata o la sombra de una gran hucha resquebrajada.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-38372440169750305512013-12-28T19:39:00.000+01:002013-12-28T19:39:13.361+01:00raudo # 95Me quedo algo sorprendido al ver en la parte de arriba del portátil que hoy es 28 de diciembre, una fecha que siempre significó algo -bromas, titulares en los periódicos aún más ridículos de lo habitual, pero casi más verosímiles, algún correo electrónico delirante y, claro, la resurrección -la no muerte- de Elvis Prestley-, sin embargo, no sé si no estamos para bromas, o si yo mismo vivo ya del otro lado de las fronteras infantiles -los Reyes, ahora Papá Noel, la propia Navidad: apenas me importan-, el caso es que, quizá por primera vez, el 28 de diciembre es otro día más, otro día menos, una fecha transparente y casi anónima, como el cumpleaños de un amigo que ya no es tu amigo, y del que de pronto recuerdas que cumplía años en esa fecha, el día de hoy, pero no puedes hacer nada para que sepa que lo has recordado; todo el tiempo es una broma.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-55955529955730122552013-12-27T22:29:00.001+01:002013-12-27T22:29:11.979+01:00raudo # 94Otro día lo cuento.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-57925604037149584732013-12-26T19:14:00.000+01:002013-12-26T19:23:06.235+01:00raudo # 93Sin saber cómo -no hay conversación precedente e incitadora, no hay link previo, ni siquiera un aniversario-, me encuentro viendo de nuevo <i>JFK</i>, aquella película de los años noventa, de Oliver Stone, cuando Kevin Costner era una gran estrella -y una gran persona, nuestro héroe romántico-político-, cuando tantos otros actores no eran nadie -luego lo fueron, lo dejaron de ser, lo siguen siendo: según casos-, y uno no sabía ni sus nombres -que Gary Oldman hacía de Lee Harvey Oswald; que Vincent D'Onofrio aparece treinta segundos; aparte: que está Jack Lemmon-, y, como entonces, las tres horas se me hacen cortas -cliché- y exactamente igual de intensas, de fascinantes, y, ahora, con la Red, hasta dejo de ver la película -la pauso- unos instantes para mirar en la Wikipedia quién es Garrison y qué cara real tenía Ferrie -las cejas de Joe Pesci, madre de dios-, y, luego, piensa uno en lo inconcebible que puede llegar a considerarse que se haga una superproducción para decir -entre otras cosas- que el presidente de los Estados Unidos número 36 estuvo detrás -o, al menos, informado, al tanto, en el ajo- del asesinato del presidente número 35: que uno tenga el valor de rodar o de intervenir en una película así, que esa película -que fue un gran éxito- se distribuyera por todo el mundo con su desolador mensaje y su inçómoda -esta sí- verdad, además: que en toda la historia del cine español no haya una sola película tan valiente, tan informada, sobre ningún tema histórico fundamental, ni sobre la Guerra Civil, ni sobre el franquismo, ni sobre ETA, ni sobre los GAL, una película documentada y espectacular, partidaria pero inteligente; amén de sopesar cómo, ante la realidad, tratamos siempre de hilvanar un relato racional y en el cual todas las piezas encajen, cuando la realidad, por principio, es desbarajuste y cabos sueltos: y entonces el malvado, el criminal, acaba siendo un creador genial de hechos y de las consecuencias de esos hechos, que obedecen milimétricamente a sus designios, algo no sólo difícil, sino realmente imposible: lo único que echa por tierra las tesis conspiratorias sobre el asesinato de JFK es que presupondrían que los asesinos, los "autores intelectuales", son, en rigor, las mayores inteligencias de la Historia: "La política es el campo de acción de cerebros mediocres", nos dice Nietzsche, sin embargo.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-59338860628859054392013-12-25T20:57:00.002+01:002013-12-25T20:58:39.053+01:00raudo # 92miércoles, 25 de diciembre de 2013Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-37110756839256431982013-12-24T00:29:00.002+01:002013-12-24T00:31:07.527+01:00raudo # 91A menudo -por simple resonancia (o sea, "sonido producido por repercusión de otro")- me acuerdo de un comentario que hizo un escritor joven -autor de un libro de carácter social que obtuvo cierto éxito- en la revista cultural donde uno colaboraba sin remuneración alguna y, por más señas, a un artículo mío donde hablaba de la demagogia de cierta izquierda, de esa cala o calita puramente monetaria que encontraron algunos (o algunas) en hipertrofiar las demandas sociales más evidentes en burda aspiración al beneficio propio, y decía el tal comentario algo parecido a esto: cómo se nota que tú no tienes problemas para vivir, o, quizá -podría buscarlo, pero esto lo escribo sobre lo que me queda en la memoria, y seguramente es más honesto hacerlo así-, o quizá (digo) decía algo del estilo a: cómo se nota que no tienes problemas para llegar a fin de mes: creo que ésta es una cita más exacta del comentario, al que, por otro lado, no respondí, pues no podía responder sin caerme de bruces en el victimismo, esa demagogia hacia dentro, sin embargo, como esa experiencia dolorosísima de verse acusado con palabras a las que uno no puede responder se ha repetido un par de veces en las últimas semanas, no me queda otra que volver a pensar, día sí día no, en ese callejón sin salida de la calumnia, y pienso, en primer lugar, en que ésta puede ser fruto de la estupidez o de la ignorancia, además, puede serlo de la falsedad consciente, y, al cabo, puede serlo de la pura vileza; creo que el joven del "no tienes problemas para llegar a fin de mes" ha de colocarse claramente en la primera categoría, pues qué sabe él lo que yo gano a fin de mes y qué comprensible resulta que se dejara llevar por una militancia mal modulada y empezara a disparar a todo lo que se movía; otros, justamente los más recientes, sí son ya falsarios o villanos, pues a buen seguro saben que lo que dicen no tiene fundamento, pero también conocen la poca necesidad que hay de tener fundamento alguno a la hora de cargar a alguien con el peso de la calumnia: anda y que lo niegue, pensarán, pensarían, pensaron el falsario y el villano, porque -y es lo que me tiene loco estos días- a uno lo puedes acusar de cualquier cosa y sentarte tranquilamente a ver que dice, porque, diga lo que diga, te estará enalteciendo: es esa expresión, tan bonita en realidad, que dice "tu palabra contra la mía", secuencia verbal extraordinariamente democrática, porque da a entender que tu palabra y la mía valen lo mismo; sin embargo, no pueden valer lo mismo -y dejarse el juicio final a la interpretación o al capricho del oyente, incluso a su tasado de la retórica de cada cual-, no pueden valer lo mismo la basura y la verdad, siendo basura que el joven autor diga "se nota que no tienes problemas para llegar a fin de mes", porque, si viera mi declaración de la renta -sin ir más lejos-, no daría crédito, y si viera mi domicilio y el modo en el que vivo, no daría crédito y sus palabras, estúpidas o ignorantes, se le volverían estiércol en las manos, y habría de pedirme perdón: pero uno no puede decir esto en público -siendo <i>aquí</i> un lugar público que entiendo íntimo: ya dije- porque llorar es poca cosa como argumentario; los otros, falsarios y viles, ya saben que sus palabras son escoria, y frente a la escoria de poco valen las palabras opuestas, y muy escaso consuelo es el silencio, qué le vamos a hacer; de modo que tiene uno que asumir que hay gente así, tan increíblemente miserable, tan hipócrita, tan autoindulgente, y esperar a que pase el tiempo, por ver si acierta -aunque sólo sea de chiripa- a darle a cada uno lo que se merece.<br />
<br />Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-49331204627633705652013-12-23T02:47:00.001+01:002013-12-23T02:48:11.951+01:00raudo # 90La, así llamada, "defensa de tesis", denominación bastante absurda -o, al menos, anticuada- toda vez que la tesis, mientras se defiende, no es en absoluto atacada por nadie del tribunal.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-75675555817589314302013-12-22T00:26:00.000+01:002013-12-22T00:26:12.512+01:00raudo # 89En España, si no eres de la izquierda blanda, necesariamente tienes que ser de la derecha dura. Dicen.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-2527650992674091692013-12-21T00:22:00.000+01:002013-12-21T00:24:38.565+01:00raudo # 8890.000 mujeres, más o menos, de las que abortaron en cualquiera de los años inmediatamente anteriores al actual no podrían haberlo hecho según la nueva ley (cito) de protección de la vida del concebido y los derechos de la embarazada (fin de la cita: y uno se pregunta quién le escribe las cosas al gobierno (a veces me he preguntado quién redacta -muy bien- los carteles de los autobuses urbanos), y más en este caso, no tan esmerado, pues chirría -sintácticamente- que un concebido tenga vida -como rechinaría que una carrera tuviera hacia la mitad una meta- y falta (considero) una preposición delante de "los derechos de la embarazada", para que fueran también efectivamente protegidos, aunque desactivar una de las opciones (sí/no) que posee una mujer encinta no parezca, desde luego, una ampliación de sus derechos, ni aun de su libertad), esto es, que 90.000 mujeres, muy previsiblemente, se verán en el año 2014, y en el año 2015, y en el año 2016, acorraladas por su propio vientre, obligadas a tomar una decisión siempre difícil -la frivolización del aborto que acometió el anterior gobierno también tuvo lo suyo- que además, ahora, es ilegal y, por tanto, debe ejecutarse en otro país, o en la cladestinidad más intolerable, pues practicar abortos ilegales es el nuevo negocio (no-ven-ta-mil-mu-je-res) que ha inventado el ministro de Justicia, al cosificar a la mujer, condenándola a jaula de sí, cadena de montaje y destino de otro, pues uno <i>entendería</i>, en personas con una radical conciencia de la inviolabilidad de la vida, todo tipo de medidas disuasorias respecto a la interrupción del embarazado, y hasta otras tantas ocurrencias en favor de la castidad e incluso de la virginidad: cualquier campaña, cualquier discurso, cualquier mensaje, pero no, desde luego, esta conversión de 90.000 mujeres (no-ven-ta-mil-al-año), por ley, en esclavas natales.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-28917393550504748532013-12-20T15:18:00.000+01:002013-12-20T15:18:05.772+01:00raudo # 87La receta del éxito según Chateaubriand: ambición e hipocresía.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-82254078340839073592013-12-19T14:02:00.001+01:002013-12-19T14:02:51.437+01:00raudo # 86Esa gente que usa paraguas y camina arrimada a la pared, donde la lluvia, por tramos -por portales, marquesinas, toldos, voladizos, cornisas-, apenas empapa, y que no se aparta cuando alguien que no utiliza paraguas -y que también camina por la calle rozando edificios- se cruza en su camino -de hecho, en el cruce se producen pequeñas puñaladas a la dignidad: esas varillas que amenazan la integridad de un ojo, los peinados, el paño de los abrigos-: esa gente, digo, esa gente, que ni siquiera comparte la lluvia.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-43163419339844291472013-12-18T15:38:00.002+01:002013-12-18T15:38:55.902+01:00raudo # 85Y llegar a preguntarse si hay alguna posibilidad ahora mismo de que alguien cuyo nombre aparezca en un titular de periódico pueda ser un hombre honrado, persona de bien, no tanto porque abunden los encabezados que emparejan nombres y delitos, patronímico y condena, sino porque aquellos mismos titulares que nos hablaban de deportes o de espectáculos, o de acciones solidarias, se transformaron de pronto en enunciados delincuentes, con el mismo sujeto y un predicado menos festivo, por lo que uno puede leer ya la prensa desde el futuro, encontrar sórdidos significados venideros, y donde dice que Fulano gana tal campeonato sobre-leer que Fulano comete tal delito, donde dice que Mengano dona tal cantidad de dinero a tal ONG proto-leer que Fulano y tal ONG están ahora mismo robándonos a todos; y donde dice que se hacen cosas infra-leer que no se hace nada, que ya nos contarán dentro de diez años lo que de verdad estaban haciendo nuestros héroes, nuestros modelos, todos estos grandes hombres sonrientes.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2399529237561977240.post-32866686373773372062013-12-17T13:32:00.000+01:002013-12-17T13:32:18.103+01:00raudo # 84Codificar lo evidente: así puede entenderse que ahora mismo vaya a escribir determinadas palabras, cierta frase demoledora, pues no constituye la frase un punto de partida -tampoco de llegada-, ni un mandamiento personal, sino la cristalización verbal de una tendencia que ya es norma en mí, censura en mí, desatención; y es: que a partir del 1 de enero de 2014 no leeré ninguna novedad literaria española -ni en español- salvo con clamor de fondo, al albur de recomendaciones masivas y apasionadas, porque morirse sin leer tal o cual libro sea intolerable, pues ya gasté los ojos sobre la efímera actualidad de nuestras letras durantes muchos años, un poco para nada -que eso es lo de menos-, con sensaciones tantas veces ridículas: de desagradecimiento, de animadversión, de falta de respeto (los que votan y juzgan las mejores novelas del año apenas si leyeron el 10% de lo que yo leí), amén de por imperativos intelectuales cada vez más aplastantes: Chateaubriand, Juvenal, un tal Trollope; que todo lo que sé empieza a olvidárseme, que escribís muy mal; que es la hora.Alberto Olmoshttp://www.blogger.com/profile/00471137539158764978noreply@blogger.com3