domingo, 10 de noviembre de 2013
raudo # 47
En el "ajedrez rápido", cuando uno tiene que atender igualmente al número de piezas perdidas, a la defensa y al ataque, y a no perder por tiempo -el milagro de ganar cuando sólo tienes el rey y un peón frente a caballos, torres y la dama del rival, pero a él le quedan 5 segundos a ti 1 minuto-, hay jugadores que no acaban de asumir que, hasta el último suspiro, se pude ganar o perder, motivo por el cual yo nunca me rindo, lo que, a veces, provoca quejas para mí incomprensibles por parte de algunos de mis rivales, uno de los cuales me envía el siguiente mensaje después de la partida: learn how to resign, Alberto, o lo que es lo mismo: aprende a darte por vencido, Alberto, consejo que me niego a seguir, salvo en su traducción errónea e inmediata, que sin duda prefiero: aprende a resignarte, Alberto.
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Resignarse es de cobardes.
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