lunes, 5 de marzo de 2012

Silencio

Después de asistir al Encuentro de Blogs literarios del pasado sábado en Madrid (link), parece interesante comentar aquí, con más sosiego y sintaxis, algunas ideas en torno a blogs y literatura.

Al pie del post he colocado -colocaré- un esquema sobre lo que entiendo yo por blog literario. En este post quiero centrarme, sin embargo, en algunos casos particulares de blog literario y en algunas discrepancias surgidas en la charla en la que participé.

El caso más particular de blog literario es el que yo llamaría "blog literario puro". Sería este un blog donde alguien escribiera ex profeso lo que el buen saber y entender consideraría literatura. Es un caso especial porque, en cierto sentido, resulta inviable.

Las dinámicas y protocolos de la escritura son esencialmente opuestos a los de los blogs. Escribir es una larga concentración interrumpida que sólo se da por finalizada con el gesto de publicar. Gestionar un blog, sin embargo, es publicación constante. Enfrentar ambos recorridos crea cortocircuitos tanto en una como en otra actividad. Uno no puede escribir satisfactoriamente cada día; tampoco puede ir enseñando lo escrito sin perjuicio de lo que resta por escribir; por citar un tercer aspecto: la corrección que merece todo texto se entiende como impertinente una vez que el texto se ha hecho público.

Sin embargo, un blog no es tal si no expone algo semanalmente. Tampoco participa de la naturaleza del blog la imposibilidad de incorporar lectores in media res, sin necesidad de una lectura íntegra de sus contenidos. Finalmente, creo intuir que la naturaleza online de un texto parte de un detalle específico que puede resultar anecdótico para muchos -no para mí, obviamente-, y es este: el texto del blog se escribe en el propio espacio en blanco del editor de contenidos de la bitácora. Escribir, por ejemplo, en Word, y después pegar el texto en el blog, no es bloguear; es simularlo.

Así las cosas, parece lógico entender la hermandad surgida entre el blog y el diario, y la práctica inexistencia de blogs de creación literaria que ensanchen su sentido por la acumulación de posts. En rigor, los posts multiplican el sentido del discurso, que es siempre efervescente y -vi esta palabra en algún sitio- hodiernista, esto es, ávido del día, fanático del presente, sin historia.

La dificultad de llevar un blog regularmente donde la creación sea protagonista -la creación ex profeso, repito- es lo que hace que la escena blog española la protagonicen blogs de reseñas literarias o comentarios al paso de la actualidad del mundillo. Es más fácil opinar que crear.

En la charla en la que participé junto a Javier Avilés, fueron los otros dos participantes los que más oposición mostraron hacia las virtudes o bondades de los "blogs literarios". Luis Magrinyá nos dejó descolocados con una afirmación similar a la siguiente: "Qué manía la de publicar todo el tiempo; yo publico cada cinco años, no podría decir algo todos los días. ¿No os estresa esa obligación de alimentar diariamente el blog? ¿Por qué hay que estar siempre diciendo algo?"

Creo que fue aquí cuando hablé de que esa obligación, ese estrés, no existen. Propuse que el blog se adapta al carácter de algunas personas, que podemos interpretar, en lo que nos toca para este post, como dotado de cierta capacidad para generar texto facilmente. A fin de cuentas -y salvando distancias-, siempre hubo autores que acababan una novela al año y autores que escribían una sola en toda su vida. Por otro lado, es bastante dudoso que los autores que no publican habitualmente muestren deferencia alguna hacia el público o un pudor particular a la hora de mostrar sus creaciones. Tan romántico se me hace pensar que hay escritores que efectivamente escriben a diario y que luego seleccionan "lo mejor" de su producción en los últimos seis o siete años para darlo a la imprenta como tremendista considerar que hay quien se flagela y tortura y hasta indigesta a voluntad para cumplir con una continuada presencia verbal en librerías o en su propio blog. Creo que todo es más simple, y que, en cuanto al asunto que trato, los blogs han venido a disponer una vía de escape para aquellas personas que, mal que bien, disfrutan escribiendo y lo hacen a diario y con soltura. [Comentario al margen: no tengo noticia de que ningún escritor de la historia, una vez muerto, haya dejado en herencia una tonelada de literatura por él desechada, frente a una obra efectivamente publicada de escasos volúmenes. Si pensamos en los inéditos que aparecieron después de la muerte de Roberto Bolaño, encontramos justamente el caso contrario: alguien que publicó mucho dejó también mucho sin publicar. Alguien que publicó poco suele dejar también poco inédito; normalmente nada. Maldad también al margen es la de comprobar -no así con Magrinyá, obvia y amorosamamente- cómo esas obras aplazadas y esperadas, depuradas a lo largo -dicen- de años no son muchas veces mejores que una obra cualquiera, y tantas veces son en verdad pésimas, con todo y la demora.]

La creencia de Luis Magrinyá de que hay en los autores facundos una especie de disciplina inglesa o calistenia literaria matutina fue seguida -o pudo serlo- por la creencia a su vez de Constantino Bértolo de que un blog se hace por márketing o automárketing o promoción. Aquí también discrepé -en la medida en la que uno se permite discrepar de alguien de tan imponente inteligencia-.

Afirmé que uno puede abrirse un blog en cualquier momento y escribir sobre su propia vida durante meses y, con suerte, alcanzar una media de visitas mensuales de unos 50 internautas; seguramente 40 de ellos llegaron al blog por error. Esto quiere decir que un blog -entre 500 millones de blogs que hay en el mundo- difícilmente puede considerarse ab ovo como herramienta de autopromoción. Incluso un blog firmado por un autor o periodista conocido -digamos, su nombre en medios de tirada nacional- carece por completo de visibilidad en sus primeras semanas y meses; a veces incluso años.

Dejando de lado otras características, hay que notar -y valorar- la diferencia que hay entre abrir un blog y gestionarlo con tino y abrir un blog y dedicarse a pasear el propio NickName por todos los blogs del propio entorno -el literario, en este caso- dejando comentarios cuyo fin muchas veces no es decir nada, sino posibilitar en un sólo clic el descubrimiento del propio blog. Eso, en efecto, y sin mayores escándalos, es promoción.

Si se considera que Hikikomori, por ejemplo, es un blog que yo hago para autopromocionarme, también debería considerarse que cada vez que pongo un pie en la calle me estoy haciendo promoción. Promocionarse no es "estar", sino "dónde" estás. Si yo pusiera un pie en la calle cada día, no para ir al Pepe Botella o a comprar el pan, sino para asistir a los 400 eventos literarios que hay en Madrid a la semana, entonces sí que salir de casa sería en mi caso "hacerme promoción".

Por ello, afirmé -nuevamente con simpleza occamiana- que la gente que escribe un blog lo hace porque le sale solo, y ya está.

En este punto sugerí que el blog completa el círculo de la literatura de tal forma que resulta en sí mismo autoralmente satisfactorio. Esto es: se escribe, se publica, se es leído. No hay prestigio -o al menos no el que otorga un sello editorial- ni hay dinero -el contenido se ofrece gratuitamente-. Por ello, consideré la broma de entender los blogs de creación literaria como un favor que la tecnología ha hecho a los editores, dado que muchos aficionados a la escritura pueden prescindir perfectamente de su concurso toda vez que, repito, no necesitan conseguir ni prestigio ni dinero por sus textos.

Aquí Constantino Bértolo opuso que, muy al contrario, los blogs había extendido el vicio de escribir y que, por tanto, acababan llegando más manuscritos a su mesa que antes. Sobre si las cosas que salían en los blogs podían considerarse narrativa, y no digamos una forma nueva de la misma, Bértolo consideró imposible este extremo, dado que los blogs son abusadores del presente, y, según él, "el narrador de toda novela es el tiempo", y no puede narrarse en un presente -esto me lo invento, o reinterpreto- que no es ni continuo ni acumulativo, sino simples alfilerazos verbales superpuestos.

Esta objeción, muy interesante, nos indica en definitiva que los blogs no se han hecho para escribir novelas -seguramente, como pasa con Twitter, nada tecnológico se hace en realidad con un fin específico, sino con mucha manga ancha de cara al usuario, en el que, en verdad, se delega toda la imaginación- sino para contar por contar y para dar señales de vida cada tanto: escribir es respirar en el mundo digital.

Juan Aparicio-Belmonte, en otra charla, dijo que los blogs no son un género literario, pero que algunos géneros literarios se adaptan particularmente bien al formato del blog. Estos son el diario y la reseña (si entendemos por género literario el ejercicio de la crítica). Se habló de fragmentarismo, y en este caso no creo que pueda apelarse al fragmentarismo como una opción estética, sino como una restricción técnica procedente de la morfología del blog.

En cuanto a los blogs que hablan de literatura, hace semanas Alberto Santamaría señaló que internet "ha desarrollado un modelo de crítica kitsch" en referencia a esos blogs que opinan de libros con desenfado, ligereza, sin andamiaje teórico y, tantas veces, en lenguaje coloquial o hasta argot callejero. Por un lado, parece difícil validar la afirmación de que internet ha creado algún tipo de crítica literaria. Los blogs con estas características forman parte de un árbol genealógico de origen antediluviano: La fiera literaria->los fanzines->los pasquines->los panfletos->los goliardos->los yambógrafos. Esto es: siglo XXI, años 80, siglo XIX, siglo XVIII, siglo XIII, siglo VII (a. d. C.).

El calificativo de "kitsch", justificado porque en estas bitácoras se busca  "el efecto puro", tampoco parece muy atinado. Justamente el "punk" se adecuaría mejor a la definición "efecto sin contenido"; casi cualquier etiqueta (trash, gore...) de este catálogo de extranjerismos de la cultura popular se aviene con mayor precisión a un blog de crítica literaria no tradicional que kitsch. Por no hablar del "épateur le bourgeoisie" de los simbolistas.

Ahora pondré el esquema de blogs literarios que se me ha ocurrido. Sea más o menos útil, lo que parece innegable a día de hoy, con tantas facilidades para decir y escribir, y para publicar (blogs, redes sociales, Kindle Direct Publishing), es que el silencio no tiene futuro.


BLOGS LITERARIOS:
1. BLOG DE CREACIÓN
por contenido
1.1. Texto hecho ex profeso.
1.2. Texto recuperado.
por autoría
1.1a Autor con obra publicada..
1.2a Autor sin obra publicada.
por género
1.1b Poesía
1.2b Relato
1.3b Novela
1.4b Diario
2. BLOG DE RESEÑAS
por contenido
2.1 Reseñas ex profeso
2.2 Reseñas republicadas
por autoría
2.1a Autor reconocido
2.2a Autos desconocido
por intención
2.1b Analítica
2.2b Paródica

30 comentarios:

  1. Hola:

    Escribo con la intención de discrepar (no de polemizar), porque estoy firmemente convencido de que la discrepancia es buena (y la polémica, no tanto).

    Así que, planteado el matiz, expongo la discrepancia. Supongo que la motivación que impulsa a cada bloguero es (puede ser) diferente. En mi caso, se hace incompatible con su afirmación "creo intuir que la naturaleza online de un texto parte de un detalle específico que puede resultar anecdótico para muchos -no para mí, obviamente-, y es este: el texto del blog se escribe en el propio espacio en blanco del editor de contenidos de la bitácora. Escribir, por ejemplo, en Word, y después pegar el texto en el blog, no es bloguear; es simularlo."

    Mi blog, que no es monotemático, no está ideado para ser escrito sobre la marcha. Muchos de los artículos se trabajan durante tiempo: normalmente puedo andar con varios a un tiempo y, si bien es verdad que algunos los escribo del tirón, otros necesitan ser armados con acercamientos múltiples que no pueden surgir de una sola vez. Eso implica, necesariamente, trabajar en otro soporte y no directamente en el editor del blog.

    Por lo demás, una reflexión interesante

    Un saludo

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  2. En la salud y en la enfermedad, el mundo de los blogs literarios parece una suerte de GH, con un peso excesivo de los personajes sobre las obras.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Los blogs de crítica y/o reseñas de libros que más crecen acaban por perpetuar el mismo sistema que la prensa cultural al uso: mantienen la endogamia mainstream del panorama literario español. Aunque haya algunas contadas excepciones que todos conocemos, con la marca diferenciadora de una etiqueta "independiente" o de un estilo característico.

    Pero blogs literarios, como tal, son los de CREACIÓN, grandes ausentes en los debates del Encuentro. ¿Olvidados sin querer? ¿Olvidados aposta? Menos mal que los tenías en mente.

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  5. no sé, no es así como me han contado el acto

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  6. Un blog literario sirve para:

    a) desconectar después de trabajar.
    b) amortizar la conexión a Internet.
    c) putear a los analfabetos funcionales con pretensiones literarias.
    d) exterminar intelectuales de plástico.
    e) demostrar que la literatura es un arte creado por salvajes para salvajes.
    f) dar a conocer autores y obras que uno venera o va conociendo.
    g) descubrir que hay vida en Marte.
    h) fabricar un consolador gigante para dar por culo a los lectores burgueses.
    i) defender a los siervos de la gleba frente a la estulticia cultural.
    j) interpretar todo aquello que las momias académicas no interpretarán a causa de los prejuicios.
    k) apaciguar la cacoethes escribendi cuando las Musas no te visitan para que te las cepilles de noche.

    Creo que eso es todo.

    P.D.- En lo referente a los panfletos y los yambógrafos, has dado en el maldito clavo. La crítica gamberra seguirá ahí cuando nosotros nos hayamos ido.

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  7. Hola, Alberto. Gracias por tu comentario. Mi experiencia escribiendo en blogs me puso sobre la pista de que escribir en el propio editor de blogger es casi más definitorio que la intención del propio texto. Es una hipótesis. Una vez en esa caja, el autor sabe para lo que está escribiendo, y creo que inconscientemente adapta su texto al formato y a la posibilidad de comentarios; y al hecho de ir a hacerlo público en breve. Date cuenta de que los mismos comentarios que estamos intercambiando se escriben también en una caja de texto. En todo caso, también es frecuente tener numerosos borradores de posts que no salieron muy lozanos.

    Dionisio, el mundo de los blogs es como cualquier otro, etc. Gracias.

    Joma, ahora miro tu blog. Saludos.

    Anónimo, adjudicar a algo nuevo -así sea sólo tecnológicamente- la mancha de lo sistémico y de lo conservador es un truco que siempre funciona. "Esto que parece tan moderno o marginal es en verdad lo conservador": qué pereza. El Encuentro eligió a una serie de blogs por los motivos que fueran -no fui yo-. No sé a qué blogs de creación -en mayúsculas- te puedes estar refiriendo. Gracias por tu comentario.

    Lanksy, yo no he contado el encuentro, así que es normal que no coincida con las versiones sociales del mismo que manejas. Saludos.

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  8. Aquí otro ejemplo de blog de creación (clarificadora la clasificación):
    http://dionisioporta.wordpress.com

    Salud!

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  9. Hum.

    El mío no es estrictamente literario. En realidad, no es estrictamente nada, ahora que lo pienso un poco.

    Eso sí: no tengo ni idea de por qué escribo allá, por lo que no me queda más remedio que darle a Usted la razón.

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  10. Hola Alberto, muchas gracias por el resumen y tu visión del encuentro. Y me parece muy sugerente la hipótesis que lanzas en un comentario anterior sobre lo de escribir en el propio editor de Blogger. Por alusiones, simplemente comentar que con mi texto no pretendía (aunque muchos lo vieron así) censurar ni nada de eso. Cada cual que haga lo que quiera. Lo que decía es que veía cierta repetición de viejos clichés académicos con nuevo rostro, y que en buena medida la política literaria del momento otorgaban a estas visiones parciales un papel central. Por otra parte, la genealogía que señalas obvia, creo, los elementos propios de cada contexto histórico, y las diferencias en los medios. No veo muy claras esas linealidades históricas donde una cosa va colocadita detrás de otra, obviando sus contextos, es algo útil académicamente, pero nada más. En este caso, el tema del medio de difusión sitúa el problema en otro nivel. Pero es una impresión, simplemente. Quizá mi deformación profesional me lleva a parecer más taxativo y no creo que el desprecio a la teoría -otra de las cuestiones que está detrás de esto- sea algo beneficioso. Por otra parte, creo que la palabra punk no es a lo que yo me refería. El punk no es efecto sin contenido sino que el contenido es ser anti, y destructivo. O dicho de otro modo: que H&M vendan camisetas de Los Ramones o de Sex Pistols no es punk es kitsch. A eso me refería. No sé si me hago entender. Saludos y gracias por tu lectura.

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  11. Hola, Alberto. Gracias por tu comentario, ayuda en lo personal a diluir ciertas sensaciones paranoicas de encarnizamiento ajeno con las que me torturo cada tanto.

    Efectivamente, el punk de H&M es totalmente kitsch. Los referentes que anoto para los blogs malvados o cínicos o directamente insultantes sólo hacen ver que esa pulsión casi siempre barriobajera ha estado presente a lo largo de toda la historia de la escritura. Nos sale sola, la bilis, parece.

    Seguiremos dándole vueltas.

    Un saludo.

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  12. hola Alberto,

    muchas gracias por el post, intenté verlo en directo en la página del Prado, pero no funcionó el tal streaming ni el tal plan B. A ver si lo cuelgan.

    Saludos anónimos,

    Verónica

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  13. Hola Alberto,

    Muchas gracias por el post, intenté verlo en directo en la página del Prado, pero no funcionó. A ver si lo cuelgan.

    Saludos anónimos,

    Verónica

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  14. Alberto Olmos [6 de marzo de 2012 09:02] "No sé a qué blogs de creación -en mayúsculas- te puedes estar refiriendo. "

    A esa variante en general, ninguno en particular.

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  15. ¿Cuánta gente asistió a la charla?

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  16. Vaya qué debate tan superficial

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  17. Hubo buena entrada. El espacio no era muy grande. No sé, 50-80 personas.

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  18. Hola Alberto, parece que algunos de los malentendidos que crecieron el día del Encuentro se están disipando. Si señalas que el discurso del post es "fanático del presente, sin historia" supongo ya se entiende que cuando hablé de los blogs, del presente y de la función del tiempo en la narrativa no me estaba refiriendo a escribir "en presente". En esa dirección me parece además muy sugestiva tu reflexión sobre el post como texto que "se escribe en el propio espacio en blanco del editor".
    Sobre el tema del automarketing imagino que la vehemencia excesiva por mi parte pudo hacer pensar que esa era condición que adjudicaba a todos los blogs. Debería haber dicho a "casi todos" pero como no lo dije tampoco quiero ahora escurrir el bulto echándole la culpa a la vehemencia, asi que: me reitero y argumento: en un momento de tu post de hoy afirmas, y comparto tu afirmación, que "Promocionarse no es "estar", sino "dónde" estás", y, la vista de lo afirmado, pregunto: ¿no son los blogs,como también nos hiciste ver en tu intervención, parte sobresaliente de la escena literaria? Y si así fuere, como creo, subir al escenario ¿no implica salir a representar un papel?, algo que, en principio, poco tendría que ver con ese salir a la calle que pones como ejemplo. Y escribo "en principio" porque bajo el capitalismo histérico en el que vivimos- al menos en esta parte del planeta- creo que es imposible salirse fuera de ese escenario totalitario que llamamos mercado. En cualquier caso no fue mi intención acusar a nadie ni a ningún blog por querer autopromocionarse, del mismo modo que no se me ocurriría culpar a alguien que viva en Madrid por el hecho de que, inevitablemente, respire aire contaminado. Procuro, eso sí, no contaminar demasiado, distanciarme de los ruiodosos tubos de escape y hacer ver que el aire literario que nos rodea es dañino para la salud semántica de la sociedad.

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  19. Hola, Constantino. Tu afirmación sobre el "presente" en los blogs fue efectivamente malentendida; digamos que el contexto de ligereza del encuentro privilegió los significados inmediatos (¿presente? pues será el presente de indicativo...) en detrimento de la "teoría dura".

    Aprovecho para aportar otra impresión personal sobre escritura en blogs, aparte de la importancia de escribir en la caja del editor de la bitácota. Es: que si no se publica de inmediato, el post no genera conversación. Inconscientemente -especulo- los habitantes de este corralito tenemos en mente una serie de conversaciones y temas y polémicas, y basta escribir un texto y dejarlo reposar dos días (!) para que no tenga efecto. Es curioso.

    En fin, seguiremos estando por aquí, incontenibles o publicitarios.

    Un saludo.

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  20. o dialéctiva e inconteniblemente publicitarios.
    Salud y ventas.

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  21. Interesante y necesario, aunque en el encuentro echo de menos la presencia del mundo académico. Si te interesa, hay un libro que recoge las ponencias de un congreso sobre el tema. El enlace, si quieres, es: http://viparnaso.blogspot.com/2010/11/literatura-e-internet-1.html y http://viparnaso.blogspot.com/2011/07/literatura-e-internet-3-o-el-blog-como.html

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  22. Hola.
    Me gusta leer y a veces escribo y claro, tengo un blog y por eso tengo infulas de escritor, cuento una historia y la publico y la leo en la pantalla. ¿A quién no le apetece esto si lo hace por internet? Antes esto era impensable. ¿Es una catarsis narcisista? Precisamente, los blogs aperecieron en la red como bitacoras de catarsis personales y se fueron profesionalizando hacia diversos temas. Es un instrumento virtual, masivo de creación escrita. Y creo que se convertirá en género literario en un futuro lejano. Yo puedo tener en mi mano la pluma del genial escritor pero de ahi a que escriba igual... y por eso soy conciente y, prefiero seguir siendo como dicen por aquí un " analfabeto funcional con pretenciones literarias" y estoy muy bien así, con mi blog literario funcional y analfabeto. No soy un crack pero me gusta jugar al futbol. Nadie va a prohibir la venta de pelotas por eso, después que me digan que soy un principiante, es otra historia...

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  23. Estimado Alberto.
    Creo que deberías rectificar esta enumeración y quitar de ella a la Fiera Literaria: "La fiera literaria->los fanzines->los pasquines->los panfletos->los goliardos->los yambógrafos." Las razones son tan evidentes y tan irrebatibles, que no habría que haber hecho este comentario si es que no se sospechara que has incluido en tu ácida crítica a la Fiera Literaria, que son los únicos que ejercen la crítica literaria objetiva, por motivos también evidentes e irrebatibles.
    Un saludo.
    Daniel Mora

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  24. Estimado Alberto,
    Creo que deberías rectificar tu enumeración: "La fiera literaria->los fanzines->los pasquines->los panfletos->los goliardos->los yambógrafos.", y quitar de ella a la Fiera Literaria, por razones evidentes e irrebatibles. Sería, asimismo, evidente e irrebatible que, si no lo hicieras y pidieras disculpas, has incluido en ella a los únicos críticos objetivos que hay en estos momentos, además de innovadores (crítica acompasada), por motivos que para los de la Fiera y para mí son también evidentes e irrebatibles.
    Un saludo.
    Daniel Mora.

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  25. Estimado Alberto,
    Tienes, como escritor, el deber moral de eliminar de tu enumeración: “La fiera literaria->los fanzines->los pasquines->los panfletos->los goliardos->los yambógrafos.”, a la Fiera Literaria, por razones evidentes e irrebatibles para toda persona con capacidad razonadora y juicio sano. Si, habiendo leído este comentario, no lo hicieras y pidieras disculpas, estaría claro que la inclusión de la Fiera (son los únicos [únicos] críticos objetivos de todo el ambiente literario español y, por lo demás, innovadores –crítica acompasada–) no ha sido un lapsus calami; lo cual demostraría, para toda persona con capacidad razonadora y juicio sano que, por razones evidentes e irrebatibles, has querido, has sentido la necesidad o te has visto obligado (ver tu último libro) o te han dicho (ver el cambio de tu otro blog) que la incluyeras.
    Un saludo.
    Daniel Mora.

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  26. El esquema de blogs me parece muy bueno, parece de Tip y Coll
    Saludos

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  27. Hola, vengo a promocionarme. :) web de crítica literaria, jeje-

    Fuera bromas. Sí, existen tantos motivos distintos como blogs en la red. El hecho de hacer un blog literario en el que narras una historia entrada por entrada, es cuanto menos inservible a nivel promocional - nadie se pone a leer lo de hace 3 meses, pero de forma personal puede alentar a que escribas cada día un poco más.

    Lo de salir a promocionarse y acudir a eventos, sé que es eso.. a veces es el único motivo por salir de tu casa... para que te vean, que sepan que existes.

    Es un tema tan largo y extendido, que de forma breve has captado toda la esencia.

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  28. Relación de blogs:
    -los q me comen la polla (olmos)
    -el resto

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  29. Querido Alberto
    Excelente entrada. Suscribo. Una abrazo fuerte desde Buenos Aires...
    Andres Barba

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  30. Ay, que estoy de acuerdo en mucho, en casi todo, ¡qué desastre! Yo que venía a promocionarme por la disensión... por suerte, también estoy en desacuerdo en varias cosas, y ahora que ya hay otro post, o algo, estará esto mucho más tranquilo: desde luego, los blogs estrictamente literarios son pocos, y escasamente populares. Por el fragmentarismo y el presentismo obligatorios, o porque sigue existiendo un prejuicio fuerte: los que escriben literatura, la piensan para el papel; los que leen literatura, la esperan en papel (o sus versiones electrónicas), y seguimos creyendo que el blog es, necesariamente, otra cosa. O, dicho de otra manera, no todos los que se dicen cómodos con este nuevo "lectoespectador" realmente se lo creen, y todos seguimos, más de lo que creemos, en otro paradigma. Ahora, si eso es porque el medio no permite del todo un nuevo paradigma, o porque nosotros no hemos generado los textos que le den carta de naturaleza y hacen falta años... ni puta idea. Espero a los próximos cien encuentros para que asome algo de luz.Y que las redes y los blogs son un elemento más de la promoción (no la única razón de su existencia, a tanto no creo que llegue)...eso es difícil de discutir. En los blogs de reseñas, salvo dignísimas excepciones,la saña, así como el grado de controversia del objetivo elegido, son inversamente proporcionales a la fama/los seguidores ya conseguidos, a pesar de lo ridículo del número de lectores por los que se disputa.

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