La adaptación de Tanttaka Teatroa me gustó bastante. No soy espectador habitual de teatro y, además, antes de la representación fui convenientemente extorsionado por la extrema amabilidad de Koro, Kike y Fernando (estos dos últimos, directores de la adaptación; ella, en labores de producción), por lo que mi juicio sobre la obra no puede ser menos objetivo.
Saqué algunas conclusiones:
1º. Que uno no debe hacer absolutamente nada cuando le adaptan una novela. Luego vas al teatro y te das cuenta de tu ignorancia para con ese medio y de que todo lo que podrías haber hecho "ayudando" con la adaptación es estorbar.
2º. Que la diferencia entre un texto leído y un texto declamado es enorme; que las frases brillantes por escrito no lo son casi nunca en voz alta; que a todo el mundo le hacen gracia los mismos chistes.
3º. Que las temáticas sexuales en la novela, tan morbosas, se vuelven directamente escandalosas en público. Me produjo cierta incomodidad estar rodeado de personas y escuchar verbos salaces y lances eróticos. Ya digo que no voy mucho al teatro.
4º. Que el estreno de una obra teatral da mucho miedo. No sé cómo pueden soportarlo función tras función.
Y ya.
Aquí hablaban del estreno: El País, Diario Vasco.
Aquí hacen la crítica: Diario Vasco.
Muchas gracias a Tanttaka Teatroa por la descomunal acogida que nos dispensaron.
Les deseo toda la suerte del mundo.
Enhorabuena, Alberto.
ResponderEliminarEs para estar orgulloso. Así empecé yo. Bravo.
ResponderEliminarHikiko, has visto Mishima?
ResponderEliminarPues no. Debería.
ResponderEliminarenhorabuena!!
ResponderEliminarme gustó más el cartel
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