domingo, 20 de octubre de 2013

raudo #26

Ser incapaz de elegir entre la risa y el escándalo ante la afirmación por parte de un autor nacido en los años cincuenta, y prescriptor literario durante las últimas tres décadas desde púlpitos privilegiados -de libros que nunca sentí realmente la necesidad de leer-, de que él, hasta ahora, nunca había leído a Thomas Bernhard.

13 comentarios:

  1. ¿Qué problema hay en el descubrimiento de un autor como Bernhard, sea a la edad que sea? ¿Por qué tiene que ser un motivo de risa o escándalo?

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  2. Con un par. Y al genio de Bernhard le importaría un carajo lo que dijera el tipo ese.

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  3. Igual deberías sentir la necesidad. Entenderías muchas cosas.

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  4. —«¿Qué problema hay en el descubrimiento de un autor como [Kafka, Salinger...], sea a la edad que sea? ¿Por qué tiene que ser un motivo de [mofa] o [estupor]? —preguntó el periodista.

    —Porque Antonio Muñoz Molina no es un albañil.

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  5. Tampoco es una enciclopedia. ¿Tiene que haber leído todo lo que el mundo intelectual considera imprescindible para convertirse en escritor o académico?

    A todos nos ha pasado que hemos comprado libros que sabíamos que teníamos que leer, pero se pasan años en nuestra estantería. Sabemos que existen, oímos hablar de esos autores continuamente, y ese rumor se convierte en parte de nuestra memoria también. Insisto en que no veo eso como un problema.

    Al menos el hombre no asiente cuando oye hablar de alguien que no ha leído nunca, aparentando que sabe de lo que habla, dando por sentado que lo ha leído, como sí hace la mayoría de las personas. Eso sí que es peligroso.

    Saludos.

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    1. Hola, Daniel. Mi opinión o postura: dado que T. Bernhard es -por decirlo de alguna manera- mi autor favorito de todos los tiempos, y dado que es el autor preferido o uno de los preferidos de cien escritores vivos más -por no añadir: que es difícil leer bien a Javier Marías, a Benet, a Horacio Castellanos Moya; Moo Pak, de Josipovici; algunas novelas de García Sánchez: y supongo que se me olvidan varios, sin conocer la obra de Thomas-, se me hace delirante y vergonzoso que un señor que opina sobre libros en térmions como "no puede tenerse una conciencia verdaderamente política sin haber leído a" nos venga ahora con que él no ha leído, hasta ahora mismo, a Bernhard. Hay un autor mítico, fundamental, pesadísimo de la segunda mitad del siglo XX llamado Georges Perec: pues bien, no me interesa nada lo que hace, no me gusta casi ninguno de sus libros, pero me he molestado en leer cuatro o cinco o seis, porque si quiero -y quiero- hablar de la obra de Mercedes Cebrián o de Bolaño o de Vila-Matas, donde Perec suele hacer acto de presencia, ¿qué se supone que voy a decir cuando su prosa cae en el inventario, las listas, o la descripción minuciosa de una calle? Que AMM no hubiera leído a James Salter, bueno, pase; pero no haber leído a Thomas Bernhard es como plagiar a Faulkner en "Amanece, que no es poco". Saludos.

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    2. Vistos los años de experiencia, buen hacer y oficio de Muñoz Molina, por mí como si se dedica ahora a leer el Hola.

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  6. Hola de nuevo:

    No creo que el interés de AMM, a la hora de comentar sus lecturas, sea el de sentar cátedra, aunque como bien explica tu ejemplo, tenga sus momentos en que quiere ser categórico... verás: cuando empecé a leer a Magris, parecía que no había otra cosa en el mundo, fue una verdadera conmoción. Lo mismo con Sebald y con Faulkner. Corría a contárselo a personas con gusto parecido al mío, y resultaba hiriente que alguien despachara mi entusiasmo con un "vale, ya lo leeremos".

    Con Perec me pasó algo similar: me divirtió "Un hombre que duerme", me emocioné en distintos pasajes de "La vida...", y ciertamente tiene obras menores... y también hay que aprender a decepcionarse con un autor, digo yo... sin embargo, hubo un momento en que me planteé si realmente me gustaba Perec porque había algo en él, o quizá era porque lo recomendaban Vila-Matas y Bolaño (para colmo, con Vila-Matas me pasa parecido a lo que te sucede a ti con el propio Perec)... y como esto, decenas de ejemplos: ¿leemos porque seguimos un criterio ajeno, o precisamente para formar criterios ajenos es por lo que leemos? Vaya, un lío tremendo.

    Total, que en su día me dije que hasta aquí habíamos llegado, y que jamás leería un libro que no hubiera tocado el suelo. Regla que he incumplido una y otra vez, no tanto porque piense que esto de la literatura es subjetivo, como por el hecho de descubrir que realmente no pasaba nada, pero nada, por tener lagunas,... en cuanto desapareció la culpabilidad... entre otras razones, porque creo que una cosa es la influencia de la lectura, y otra la de la escritura...

    Conclusión: puede equivocarse AMM al ser categórico con sus lecturas; compro eso... pero desde luego no se equivoca al leer a Bernhard ahora en lugar de hace veinte años... llevo tiempo siguiendo a AMM, y nunca he tenido la impresión de que se tratara de un "prescriptor" literario... al menos, no más de lo que cualquiera de nosotros lo ha sido en algún momento de su vida...

    Un saludo,

    Dani.

    "No hay mejor escritor que aquél que conoce lo profundas que son sus lagunas".

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    1. Hola, Daniel. También te digo: aparte de para un post de tres líneas y media, ¿hay alguien a quien le importe lo más mínimo que AMM no haya leído a Thomas Bernhard?
      Whatever.
      Saludos.

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    2. Hombre, el asunto ha dado para más de unas líneas.
      Pero es cierto, a nadie le importa. Es el debate de fondo de este asunto lo que me interesa.

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    3. El debate de fondo para mí sería: ¿por qué alguien que no ha leído a Thomas Bernhard anda diciéndome lo que tengo que leer?

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  7. Después de que este señor reconociese hace unas semanas no solo no haber leído una sola línea de James Salter, sino desconocer su existencia misma, puedo confesar sin rubor que hasta la fecha no he leído ninguna novela del ínclito miembro de la Real Academia, aunque debo admitir que en tiempos ya remotos lo intenté con "Beltenebros" y no pude pasar del primer capítulo.

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    1. A mí "Plenilunio", años ha, me gustó bastante; y su ensayo último; sus demás novelas, la verdad es que no.

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