miércoles, 30 de octubre de 2013

raudo #36

Primero -cómo no- fue Google, a través de su Gmail, y ahora Yahoo se suma a esa práctica estética o a ese modo de entender la correspondencia electrónica que consiste en mostrar las primeras palabras del mensaje antes de que uno lo abra, como si una carta te llegara, te hubiera llegado alguna vez, a medio abrir, o en sobres con ventanas caprichosas que permitieran leer algunas de las frases, algo que siempre despertaría suspicacias, las hubiera despertado, porque una carta a medio abrir, mal cerrada, rota, no es una carta como dios manda, el secreto y la exclusividad de la palabra, sino verbo averiado, y así, Yahoo, como primero Gmail, nos sabotean la decisión de no saber, de no saber de momento, algo que yo hago a menudo, dejar un correo electrónico sin abrir porque no me apetece su incursión en mi rutina, ese día en concreto, porque trae malas noticias o porque trae tareas, implicaciones, desvíos de la actividad, algo que ahora será más difícil de hacer, pues Yahoo quiere que sepas enseguida, que muerdas el anzuelo de la comunicación, como un cartero que te entregara las cartas en mano a la puerta de tu casa y, cuando vas a cerrarle la puerta, te dijera: Ésa, esa de Japón; ésa.